Querer solucionar los problemas con métodos simplistas es un modo, a lo cubano, de "botar el sofá". Vamos por los parches y no por las soluciones definitivas, por remedios que calman el dolor pero no extirpan la enfermedad, y por justificaciones en lugar de explicaciones.
A veces no hay más opción que lidiar con nuestras innegables limitaciones. Sin embargo, muchas otras se posterga lo inaplazable, o peor, nos hacemos los "de la vista gorda" y seguimos lidiando con los achaques hasta un punto donde le toca al último eslabón de la cadena, el cliente, pagar las consecuencias de cuanta gestión infructuosa y ausencia existió en el mercado durante los últimos 12 meses, o quién sabe desde cuándo.
Para confirmarlo ha llegado el verano y, aun con un aseguramiento logístico superior a la pasada etapa estival y con el trabajo sistemático de la Comisión de Verano, han crujido algunas opciones que se suponían sólidas o que, al menos, satisfacían exigencias primarias como beber un refresco, comer un saladito o sentarse a compartir en familia.
Así sucedió con cuatro establecimientos pertenecientes a la Empresa Municipal de Comercio y Gastronomía de Ciego de Ávila que han cerrado sus puertas, o marchan a media máquina con tal de mantener un mínimo de ofertas en estos dos meses. Estrategia elogiable, aunque inversamente proporcional a la calidad de los servicios prestados y al confort por el que, a veces, vale la pena pagar.
El restaurante Solaris, el bar La Leyenda, el centro nocturno Casablanca, y la unidad La Cascada lideran esta lista, engrosada antes con otros como la Confronta, el Pekín, Sabores del Palmar, y Cartacuba, fuera de las propuestas desde hace rato por labores de reparación. A lo que se suma el Parque de la Ciudad, acechado por el deterioro y pendiente de una revitalización integral.
La falta de piezas para reparar aires acondicionados de entre cuatro y seis toneladas, elevadores averiados, y cambios en el personal administrativo explican —¿o justifican?— los porqués; mas no alteran el hecho de que, a pesar de las gestiones, la infraestructura dedicada a la gastronomía y los servicios no muestra su mejor cara en la provincia y, en pleno verano, ya no provocan una mueca de preocupación, sino una de desaprobación.
Desde la Empresa de Comercio y Gastronomía se han cavilado alternativas como ofertar similares servicios en las afueras de estas entidades con mesas y carritos, trabajar a puertas abiertas cuando se pueda, y cambiar horarios en función de evitar las aglomeraciones de personas.
Para sustituir al Solaris se han habilitado carpas en los bajos del edificio de doce plantas para expender bebidas y alimentos, lo cual ha traído un perenne carnaval que no solo desluce y enrarece el ambiente con el humo resultante de la cocción, sino que a largo plazo se harán sentir, inevitablemente, los daños en la infraestructura.
En el resto de los casos el cartel de “cerrado” ahuyenta, y por más que repensemos cada palmo de tierra encontraremos pocos lugares a dónde ir.
Queda el sabor de que cada uno de estos inconvenientes pudo haberse previsto y trabajado con antelación para que julio y agosto no nos hubiese sorprendido desarmados y remendando desaciertos. Se me ocurre pensar que, quizás, lo problemas de climatización se solucionen con la llegada del invierno y con las decisiones oportunas el resto; pero ¿qué sucederá cuando vuelva el verano?
llama muchisimo mi atención el deterioro que de un tiempo a esta parte se ha adueñado de los servicios gastronomicos en mi terruño avileño, cada vez que voy a Ciego y veo el desabastecimiento que hay en esa cafeteria de la Terminal de Omnibus Nacionales de Ciego, me disgusta mucho, pero lo que mas me fastidia es que anuncien en los medios masivos que las cafeterias de las terminales de omnibus estan abastecidas y en la via muy real usted llega a las terminales y si no lleva consigo algo para comer, pasa mas hambre que una pulga en un perro chino.
he reconocido varias veces que la cafeteria de la terminal de Omnibus Nacionales de S.Spiritus constituye un ejemplo muy positivo, ustad llega a S.Spiritus y alli siempre hay variadas ofertas para los viajeros que andan abordo de las guaguas Yutones, la cafeteria de la terminal de omnibus nacionales de Ciego hay que caerle encima y hacerle untrabajito periodistico de esos que obligan a los directivos de la gastronomia avileña a adoptar las medidas que hagan falta para el bien de todos.