Las vacas que no están
En Ciego de Ávila, los datos preliminares que arroja una investigación en los escenarios ganaderos contradicen las cifras pactadas de leche y carne que deben entregarse este año para la alimentación del pueblo
Fotos: Michel Guerra
Aprovecha la brisa que penetra en el bohío. Sin la visión ni los reflejos de antes, al menos intuye los peligros que lo acechan. No se le olvida que un mal día a una de sus vacas le clavaron un cortante, y otro, un añojo quedó parcialmente en carne viva luego del intento de robo; por fortuna, ambos sanaron con los cuidados de la familia.
La alicaída puerta de la cerca se abre, da paso a un auto que no conoce. Después de la presentación de rigor, el anciano y el hijo más cercano confirman que al viejo le mataron 24 reses, pero ambos coinciden en que no están dispuestos a aceptar la venta forzosa del ganado y que sería una injusticia la extinción de la tierra, después de años de duro bregar y de no se sabe cuántos intentos por formalizar la denuncia de los animales en falta. Pero en poder del usufructuario no obra ninguna constancia legal que lo hiciera.
La visita pretende corroborar la información que semanas atrás vaciara un equipo de controladores en el Cuestionario para la investigación del sector ganadero que se le aplicó a Miguel Arcángel Nieves Santana, de 82 años, socio de la Cooperativa de Crédito y Servicios Sergio González del municipio de Morón.
En el Consejo Popular Patria, al pie de la Carretera a Bolivia, la finca Punta Novillo, a la que le dedica todas sus energías, es solo un lugar de la geografía moronense y porción ínfima de los escenarios que, desde los primeros días de abril, recorren los supervisores de la investigación especial al ganado mayor.
Deberán comprobar in situ el 10 por ciento de la pesquisa iniciada por los grupos de trabajo. Lo que se ha hecho bien y lo que no; al final, anexarán a la primera planilla, otra con las consideraciones del recontrol que en semanas venideras pudiera replicarse por los órganos provinciales establecidos, la Fiscalía, por ejemplo, o funcionarios del Ministerio de la Agricultura, en el empeño que implica desbrozar el marabusal del desorden que nunca debió reinar en los campos, pero que hoy impera.
Viejas talanqueras
Como obstáculos que, a veces, parecen insalvables, las puertas de la información fidedigna tardan en abrirse a los grupos de trabajo municipales y a los supervisores provinciales del sistema de la Agricultura, los actores que hasta la primera semana del presente mes habían protagonizado en Ciego de Ávila y el resto del país, las indagaciones, previstas para unos 100 días.
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Posted by Delegación Provincial De La Agricultura Ciego de Ávila on Tuesday, January 23, 2024
Sin pretender abarcar todas las interrogantes, Invasor intenta mostrar una síntesis de las que ha escuchado en jornadas recientes en boca de los controladores: ¿De qué legalidad estamos hablando, si en dos años el responsable de las reses no concurre a la correspondiente oficina de control pecuario e informa de la situación de su rebaño? ¿Cómo se permite que la estadística del ganado permanezca en casa de algún que otro registrador, como si fuera la sede de la oficina que establece el Estado en la zona? ¿Acaso está suficientemente preparada la totalidad de los técnicos que deben visitar a los tenentes de las vacas?
Y más: ¿Hasta dónde llega la “alianza” entre inspectores y ganaderos, pacto oscuro que, en ocasiones, falsea lo que fue sacrificio del animal, venta ilegal o hurto, y termina en un documento donde se plasma como muerte? ¿Y dónde está la certificación de la defunción, o al menos, la evidencia en los campos de que realmente ocurrió? ¿Y dónde la constancia de la denuncia a la Policía, en el tiempo previsto, de la fechoría? Si no todas, al menos las consignadas constituyen la constancia expresiva de “talanqueras” que se empeñan en obstruirle el paso a la verdad.
Desde el pasado 1ro. de marzo el proceso revela un faltante que ya suma 1933 vacunos, 380 muertes y 276 hurtos y sacrificios ilegales de ganado mayor, cifras que hasta el instante de su detección no constaban en los registros; probatorias de la impunidad con las cuales proceden quienes delinquen, aunque en teoría funcione un amplio andamiaje para impedirlo; cifras que demuestran que el monto de la contratación de las entregas de leche y carne previstas para el año en curso no se corresponden con la realidad de la provincia, y que van a seguir creciendo, en la medida en que se cumplimente la incursión por el resto de los escenarios pecuarios.
Pastor Batista ValdésEl traspaso indebido de animales de un productor a otro, una de las deficiencias detectadas
De lo que dice la ley…
Cuando los datos cambian de continuo, la rutina de Rubiseyda Martínez Aguilar, jefa del Departamento de Genética y Registro Pecuario en la Delegación Provincial de la Agricultura, presupone arribar a advertencias en función del cambio, en primera instancia, de quienes tienen a su cargo los animales, pues “hoy es una urgencia que se presenten cuanto antes en los registros de Control Pecuario e informen con transparencia la verdad de sus potreros”.
Mientras hojea la actualización del proceso investigativo, que ya sobrepasa los 1700 visitados, de los 7309 tenentes naturales y jurídicos que posee la provincia, según el cierre estadístico del pasado febrero, aclara que si bien el territorio cerró ese mes con un 62 por ciento de concurrencia de estos —un indicador elevado, que revela preocupación de cara al inicio de la anunciada investigación—, los que aún no lo han hecho corren el riesgo de violar lo legislado para garantizar el control del ganado mayor en Cuba “y eso es sancionable”.
Lo habitual es que el plan de concurrencia de todos los tenentes a las oficinas se planifique hasta el décimo mes del año, pero, en vista de la averiguación que ahora se desarrolla, la presencia en las mencionadas instancias de control no puede demorarse. Y, aún más, “existe la posibilidad de abrir procesos penales a quienes se les compruebe que han falseado la información”, de lo cual alerta Martínez Aguilar, y que el lector pudiera relacionar con la declaración de muertes, pues “si no consta el documento que certifique debidamente la defunción de un animal, no puede considerarse legalmente y se procede a la multa al infractor”.
Entre las obligaciones de los productores de ganado mayor, contenidas en la Ley No. 161 de 2022. Ley de fomento y desarrollo de la ganadería, se incluye “denunciar, a la mayor brevedad posible, la pérdida, sustracción, sacrificio ilegal y faltante de ganado mayor a la estación de la Policía Nacional Revolucionaria más cercana, así como al Registro Pecuario correspondiente”. Asimismo, el Decreto Ley 70 el Consejo de Ministros establece las multas y otras medidas que se le imponen a las personas naturales y jurídicas, propietarias o poseedoras de ganado, cuando se consideran responsables de contravenciones tipificadas en dicho decreto y que comprende, entre otras, el no concurrir ante el Registro Pecuario correspondiente, dentro del término establecido a actualizar los datos relacionados con el ganado mayor, lo que se sanciona con multa de 20 000 pesos y la obligación de actualizarlos. |
Tanta culpa tiene…
A raíz del del sistema provincial de la Agricultura, Invasor había insistido en la evidente disparidad que en 2023 se apreció entre los números registrados entonces en las oficinas del Control Pecuario con respecto a la masa existente en los potreros.
Ahora, cuando unos 80 grupos de trabajo constatan en las vaquerías el potencial real de ganado mayor del territorio, salta a la vista el abismo que separa a los números oficiales de la verdad, de modo que urgen las sanciones legales correspondientes y, lo más importante, “que el registro quede debidamente actualizado, porque, si no, de qué forma vamos a tomar decisiones de las vacas que están y las que no están, de la leche y la carne que tenemos planificada y no existe”, como expresa la jefa del Departamento de Genética y Registro Pecuario.
Atreverse a afirmar, categóricamente, que la investigación se desarrolla según lo previsto y con el aseguramiento logístico que, dada su relevancia y, en medio de las actuales carencias, priorizan las autoridades gubernamentales de la provincia y los municipios, chocaría con la evidencia de resultados desiguales.
Mientras en Morón las visitas planificadas se cumplirán antes de la fecha tope, territorios como Venezuela y Majagua cojean de la pata más débil. Lo demostraba Gerardo Brunet Soler el día en que exigía que todas las fuerzas halaran por igual, después de que la desorganización en la Tierra de los bandos Rojo y Azul llegara al punto de que las autoridades del sistema de la Agricultura en la provincia no contaran, a principios de abril, con el cronograma de la investigación, y de que una lista considerable de negaciones demandara la presencia del supervisor en ese territorio en el que, hasta ese momento, no funcionaba el Grupo Legal, no se había propuesto ninguna extinción de tierras ante la Comisión Agraria, no se contaba con actas que ofrecieran la constancia de la evaluación diaria de las deficiencias…
Ante el rosario de de dificultades, en las que se entrecruzan causas objetivas como las plantillas incompletas o la desigual preparación de funcionarios y directivos del ramo, y otras que se dan la mano con la falta de exigencia y el descontrol, el mejor paliativo pudiera resumirse en la reacción de Brunet cuando anota su proyecto de plan de medidas, en el cual incluye denuncias a la Policía Nacional Revolucionaria, medidas administrativas y probables acciones de capacitación.
La otra punta
FilibertoLas reses de Miguel Arcángel pastan cerca del bohío
Juan Carlos Zamora Martínez, subdelegado de la Agricultura y jefe del Puesto de Mando de la Investigación de la Ganadería, y Uso y Explotación de la Tierra, en Morón, acompaña a los supervisores que visitan a Miguel Arcángel. El octogenario ganadero insiste en que no es su culpa que ahora no aparezcan las denuncias que en su momento efectuó, que lo único que le falta es dormir con las vacas, que cumple el plan de entrega de leche...
Cada parte escucha los argumentos, uno de los supervisores anota la información en la planilla que firma y anexa al cuestionario inicial; después, contacta y orienta a los directivos de la Delegación Municipal de la Agricultura. Es la manera en que debe actuarse para seguir desentrañando la verdad en medio de un marabusal del descontrol que nació y creció con los años, y al que no queda otra que ponerle freno, cuando la producción de alimentos en Cuba vive un momento crítico y comprarlos en el exterior presupone casi siempre la aceptación de precios leoninos.
Obviamente, la punta de la madeja a desenredar no solo está en Punta Novillo; pasa, además, por “aterrizar” la indagación dondequiera que haya ganado mayor. Ahora mismo, en las semanas que restan al proceso investigativo, y después, año tras año.
Porque el descontrol no es cosa de los últimos 12 meses y, a estas alturas del problema, una parte considerable de la responsabilidad de las vacas faltantes recae sobre quienes, en ocasiones peligrosamente lejos de la cerca que delimita pastos y casas de ordeño, representan y les corresponde defender los intereses del Estado, que es decir del pueblo.