Escogido en varias ocasiones como el Mejor de Cuba, un joven de Ciego de Ávila refiere las enseñanzas que le ha deparado el arbitraje sobre los colchones de lucha
Cuando le pregunté a Yunior Sosa Naranjo cuál era la virtud que más admiraba en un árbitro fue rápido y tajante: “Hacer valer su autoridad y para ello es importante no descuidar ningún detalle, desde la vestimenta hasta la forma de entrar al colchón de competencia. Para que te respeten tienes que comenzar a respetarte a ti mismo. Tienes que mostrar seguridad, no dar margen a las dudas cuando decides. Tener precisión a la hora de dar los puntos técnicos y no robarte el show del combate porque los atletas son los protagonistas”.
Es evidente que cumplir con tales conceptos le ha dado no pocos premios al oriundo de La Cuba, en el municipio de Baraguá. Este año, en el mes de julio, mereció el Botín de Oro en el Torneo Panamericano Juvenil de Luchas que, en México, tuvo carácter clasificatorio de cara al nacimiento de un nuevo evento regional: los Juegos Panamericanos Juveniles, cuya edición fundacional, Cali-Valle 2021, acontecerá en noviembre y diciembre venideros. “Ese torneo me dio otras satisfacciones porque a él asistí con la idea de escalar en la categoría. En ese momento estaba ubicado en la tercera y mi aspiración era mejorar un peldaño. Y mi sorpresa no solo fue que me señalaran como el mejor árbitro del torneo, sino que me ascendieron directamente a primera y allí también me incluyeron en el listado de los que asistirán a los venideros Panamericanos.
— Entonces… ¿esa es tu mejor experiencia impartiendo justicia?
— No obstante ser aún tercera categoría, en el resumen final del torneo de lucha de los Juegos Panamericanos de Lima (agosto de 2019) me comunicaron que había tenido el mejor desempeño entre los 23 jueces que intervinieron. Imagínate que pude pitar siete finales en las tres modalidades (grecorromana, libre y femenina), una de ellas fue la que más expectativas tenía, pues participaba el estadounidense Jordan Burrohghs, considerado en ese momento uno de los mejores gladiadores del mundo entre todos los pesos, medallista de oro olímpico en Londres (2012) y cuatro veces campeón mundial.
Tres veces seleccionado el Mejor Árbitro de Cuba en lucha, 2014, 2018 y 2019, y en una ocasión el más destacado del país en los llamados deportes de combate (2018), es de los que opinan que “uno tiene que dedicarse por entero para poder aspirar a mejores resultados. En mi caso, en los inicios, alternaba con mi labor de entrenador, pero desde el 2014 soy el director de la Academia Provincial. No es aconsejable ser entrenador y árbitro, ni conozco algún caso de personas que, llevando al mismo tiempo ambas funciones, hayan tenido éxito. Desde que no tengo pupilos, observo cada pelea como un juez, aunque esté fuera del colchón.
— ¿Aparte de los lauros, que enseñanza te ha dejado el arbitraje?
— Pues que no hay que creerse “cosas” antes de tiempo. Ya he participado en decenas de eventos internacionales, pero ejerzo esta labor en eventos locales. En cuanto torneo se organice en el territorio ahí estoy. No solo porque esto me ayuda a no “perder el golpe de vista” a la hora de decidir, sino también porque siempre viviré agradecido de la ayuda y el apoyo que nunca me han faltado de la comisión provincial, que no por gusto la lucha cada año es escogida como uno de los mejores deportes de Ciego de Ávila.
Cortesía del entrevistadoA partir de 2012 su desempeño marca pautas en competencias internacionales
Y a renglón seguido Yunior me habló de Enrique Oliva Téllez, quien lleva varios años dirigiendo esta disciplina en la provincia. Me contó de como este, luego de verlo trabajar en lides de base, le dijo que a partir de ese momento iría con él a cuanto torneo se celebrara en Cuba, debido a que le vio dotes de buen árbitro. “Todo lo que he logrado se lo debo a él.”
Tenía en mi agenda una última pregunta (¿Qué cualidad admiras en el ser humano?), pero desistí después de esa afirmación. Iba a ser obvia su respuesta.