Osvaldo Gutiérrez Gómez Tras anunciarse la nómina de los 16 equipos que tomarán parte en la 61 Serie Nacional de Béisbol, que arrancará el venidero domingo 23, no hay dudas de que la aspiración de Ciego de Ávila de regresar a la postemporada no es una quimera ni mucho menos.
Es verdad que escuadras como la de Granma —actual titular—, Matanzas, Las Tunas, e Industriales, al menos en los papeles, parecen ligeramente superiores a las restantes, pero, incluso, ni estas pueden catalogarse como “trabucos”.
Esta reflexión inicial no debe malinterpretarse y dar como hecho que ya Los Tigres tienen casi el boleto asegurado, pero. desde la óptica de este periodista, son reales las posibilidades del conjunto que comandará de nuevo el olímpico Yorelvis Charles.
Pero vuelvo a insistir —para dejar en cero los malos entendidos— que este Ciego de Ávila está bien distante de aquel que le dio tres coronas a la afición local, pero que dada la situación actual de los rivales, no es una utopía pretender, incluso, discutir el título.
La escuadra avileña tiene los “poquitos” necesarios para dar la pelea, entre ellos un pitcheo abridor que, comparado con los restantes, puede ubicarse entre los mejores, pues el trío de Vladimir García, Yander Guevara y Dachel Duquesne serían de mucha ayuda, de cumplir solo con una temporada aceptable.
Sumemos a este trío a dos serpentineros que ya han dado de qué hablar en las últimos contiendas, como son los casos de Luis Marrero y Arnaldo Rodríguez, en tanto el “matador” Yosvani Ávalos aspira a tener esta vez su campaña consagratoria.
Pero es que el ataque, si observamos con detenimiento la nómina, tampoco debe ser “segundo de nadie”. Una alineación que cuente, entre otros, con Yorbis Borroto, Raúl González, Osvaldo Vázquez, Alfredo Fadragas y Humberto Morales debe fabricar no pocas carreras por partido.
La línea central del equipo, con Fadragas en la receptoría y una posible combinación alrededor del segundo saco entre Raulito y Borroto, debe ofrecer garantías. Y digo posible, porque la dirección técnica ha dicho que el estelar torpedero avileño también va a ser utilizado en tercera base.
Héctor Labrada, un jardinero que evidenció en la última contienda que está listo para mayores empeños, pudiera esta vez redondear un buen grupo de jardineros, pues a la vez de Yudiel González, Abdel Civil, Alejandro Jiménez y Liosvany Pérez, aparece, además, Danny Luaces, un jardinero central oriundo de Camagüey que esta vez vestirá el uniforme avileño.
No soy quien para evaluar desde el punto de vista técnico lo que hizo mal o bien en estos dos meses de entrenamientos, lo que sí puedo asegurar es que el grupo de peloteros y entrenadores trabajó con entusiasmo y seriedad. Ojalá que los buenos resultados se hagan presentes.