Mientras la calidad de nuestro béisbol sigue en descenso, como consecuencia directa de que cada vez es más bajo el nivel del pitcheo con respecto a otras ligas, los técnicos siguen preocupados por preservar los brazos “por exceso de trabajo”.
Es significativo que a estas alturas de la 61 Serie Nacional de Béisbol ya sumen 1 618 los boletos de los tiradores, que dan como resultado un promedio de 4,72 por cada juego de nueve entradas. Y ya apenas es noticia que, en no pocos encuentros, el número de bases por bolas se acerque a los 20.
Más que estar preocupados por la escasez de tiradores de más de 90 millas, sería más saludable que la dirección técnica de la pelota cubana trabajara en pos de que, esos mismos que no impresionan por sus envíos, alcancen el tan necesario control en sus envíos.
Los competidores en las modalidades del tiro con arco, o en cualquiera de las que contempla el tiro deportivo, no podrán aspirar a nada si no ejecutan los envíos, con frecuencia y hasta el cansancio, en intensas jornadas de entrenamiento. ¿Será entonces que un lanzador de béisbol pueda lograrlo a nivel de “teoría”?
Este redactor está por leer un trabajo científico que asegure que las lesiones en los brazos de lanzar se originan como consecuencia del exceso de trabajo y no por una deficiente preparación. Es evidente que es más fácil regular el número de lanzamientos en un juego, que exigir por una preparación como debe ser.
Un juego de pelota, en el que prevalezcan las bases por bolas, no solo es aburrido, también deforma a los bateadores, porque estos pueden conectar a sus anchas cuando ese lanzador, “hambriento de strikes” viene a marcar de manera mansa, por el mismo centro y con menor velocidad.
No asombra, ahora mismo, que cinco equipos estén por encima de la marca de 300 de manera colectiva. Allí están los mismos bateadores que luego son presas fáciles en los torneos internacionales donde sí enfrentan a tiradores de 90 millas y de exquisito control.
¿Y cómo mejorar ese gran problema? Nadie tiene varitas mágicas para el asunto, pero sí hay una verdad que la repiten una y otra vez quienes fueron estrellas en la lomita de lanzar: “para dar strikes hay que correr y correr, hay que tirar y tirar”. Quien escribe agregaría unos ingrediente más: hay que dejar de regular y regular, hay que exigir y exigir.