No solo jonrones y buen picheo

No pocos de los que me han acompañado en este andar durante 70 años por la vida me han sugerido que no sea tan renuente a los elogios. Y es verdad, me cuesta trabajo, en ocasiones, dar aplausos ante una actuación que lo merece. Siempre conspira aquello de que “es lo que se esperaba del individuo o colectivo”.

Por las encrucijadas de la vida, aprendí a valorar más el señalamiento oportuno, que el reconocimiento por un triunfo pasajero, pero no vayan a pensar, amigos lectores, que no disfruto de los éxitos ajenos y soy capaz del abrazo y la felicitación. Mi máxima es la misma del Maestro: “Honor a quien honor merece”.

Es por eso que no quiero que transcurra mucho tiempo para reconocer que, detrás de la resonante victoria de los Tigres en la Tercera Liga Élite de Béisbol, hubo dos detalles que también fueron protagonistas.

En primer término, la afición, que llenó el graderío del estadio José Ramón Cepero en cada presentación del equipo. Bien saben los competidores cuanto significa el aliento de los aficionados.

En eso de seguir a su equipo, ya la afición avileña tiene también su historia. Ahora mismo, en Las Tunas, la comisión de embullo que acompañó a la escuadra en el estadio Julio Antonio Mella, en ocasiones, se sentía más que la local. Y de nuevo la Conga de Punta Alegre resonó en aquella instalación.

Y por último, y no menos importante, no puede obviarse las autoridades de la provincia, desde la Dirección Provincial de Deportes, hasta entidades empresariales, Gobierno y Partido, pues esta vez, el apoyo fue desde poco antes del inicio de la Liga. Quedó claro, una vez más, que no solo con jonrones y buen picheo se gana un Campeonato. Lo comprobó en carne propia nuestra manada de Tigres. 


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