¿Alguien dijo que los Tigres de Yorelvis Charles eran favoritos para discutir el título? ¿Alguien dijo que era un equipo sin fisuras, de los mejores conformados para enfrentar la 61 Serie Nacional de Béisbol? No, y si alguien osó hacerlo, fue quedito, como para que nadie lo escuchara.
De que ahora, tras el tremendísimo slump colectivo que afrontan, sus parciales están preocupados, eso sí lo comprendo, pero no puedo aplaudir a aquellos que, llegado el momento de los contratiempos, se conviertan como en fiscales de delitos no cometidos.
Porque en definitiva lo extraño no era que, de repente, los bateadores avileños dejaran de sonar el madero, la noticia bien pudo ser que siguieran “dando leña” sin parar de punta a punta del calendario. Seamos sinceros: ¿alguien vaticinó que esta escuadra se mantuviera en la vanguardia desde la arrancada de la lid?
La ofensiva dejó de producir cuando ya casi tenían el boleto en el bolsillo. Fueron tantos los buenos momentos durante todo el calendario que, tras perder 12 de los últimos 14 choques, aún así, el equipo obtuvo la clasificación.
Hay dos datos que ilustran mejor lo anterior. A pesar del silencio casi absoluto de sus maderos en las últimas dos semanas, la selección se mantiene al frente del bateo colectivo con 310 y es, por mucho, la que más cuadrangulares (70) ha conectado.
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¿Que preocupa esa mala racha cuando estamos a días del inicio de la postemporada? Claro que es como para que sus directivos pierdan el sueño y busquen fórmulas para salir del bache. Pero… ¿Y si esta adversidad hubiese sucedido en la arrancada de los play off?
Sí, ya sé, es verdad, nadie puede asegurar que el slump no se va a mantener en esos juegos cruciales, pero al menos el colectivo técnico tuvo más de una semana para solucionar de la mejor manera una difícil contingencia.
“Pero entonces, periodista… ¿usted es de los que augura que los Tigres saldrán airosos en el primer cruce de los play off?” En el deporte, ni en la vida, los problemas se solucionan con bolitas mágicas.
Ya he dicho, en más de una oportunidad, que soy un mal “pronosticador”. No obstante, esta vez acerté al vaticinar que al conjunto, comparado con los restantes, se le veían posibilidades de acceder a la postemporada.
Ya está en ella. ¿Y ahora qué? No, no quiero pecar de atrevido. Solo un detalle. Nuestros tres veces campeones nacionales han logrado mantenernos a la expectativa durante todo el campeonato. No han sido un equipo más. El onceno puesto de la anterior contienda ya es solo historia.