Algunos aficionados —tal vez, los menos— han tomado con sorpresa, o más bien un hecho insólito en esta 64 Serie Nacional de Béisbol, que Guantánamo derrote tres veces a Ciego de Ávila, como anfitrión en su estadio Nguyen Van Troi.
No obstante, los que llevan algún tiempo en estos trajines beisboleros están también sorprendidos, pero a la inversa: es increíble que los del Guaso solo archivaran cinco éxitos antes del enfrentamiento con los Tigres.
Y es que los orientales reúnen un conjunto que si bien no debe aspirar a discutir el cetro, si tiene los “poquitos” necesarios para aspirar, o al menos, no aparecer relegado a los últimos puestos en la tabla deposiciones.
No olvidemos que en la recién finalizada Liga Élite dos de sus bateadores, Leonelkis Escalante y Robert Luis Delgado, reforzaron el lainop de los avileños y que también estuvieron el lanzador Leonardo Moreira y el torpedero Greyson Bergery.
Los guantanameros jugaron un pésimo primer tercio de campaña, sobre todo porque su ataque ha sido de los más deficientes de la lid con average colectivo de 263, a lo que se suma que su pitcheo trabajó para un anémico 6,76 promedio de carreras limpias por juego.
Claro que hacia aquella provincia viajaron los de Dany Miranda con la ilusión de un buen resultado ante uno de los equipos sotaneros, pero son varios los factores los que han conspirado para hacer realidad esa pretensión.
En el ataque se incorporó Ronaldo Castillo con gran empuje, pero el cuarto hombre en la tanda ofensiva, Jonathan Bridón, ha tenido un descenso significativo en los últimos partidos y paralizó en cinco su producción de jonrones, mientras que su average es ahora de solo 256.
Por demás, han sido tres juegos bien nivelados en los que ha prevalecido la inexperiencia propia de jugadores bisoños, los cuales en el afán de destacar, suelen desconcentrarse, algo de esperar en un equipo bien joven.
Pero si me volvieran a preguntar acerca de la actuación de los avileños en esta etapa inicial del calendario, no dudaría en afirmar que por el momento sobrepasa mis expectativas y, sobre todo, sus jóvenes figuras reciben oportunidades para desarrollarse.