Para que cada año los títeres vuelvan al centro de Ciego de Ávila

Dicen que la risa es el más nítido reflejo de felicidad. Y si es así, entonces Títeres al Centro es definitivamente, un barredor de tristeza, como diría Silvio Rodríguez en su emblemática canción Rabo de nube.

Este año arribó el evento a su novena edición y, con cada puesta en escena, una insólita aura de madurez, divertimento y lozanía se percibía en el ambiente.

¡Trabajar con niños es precioso, pero a su vez difícil!, aseguran muchos artistas. Y es que descifrar los códigos que te permiten aportarle a la educación de un infante y también hacerlo reír a carcajadas tiene una elevada dificultad. Sin embargo, la fórmula para lograrlo ya es conocida y aplicada por el Guiñol Polichinela y los invitados que cada año asegura el evento.

La selección de las temáticas es determinante, y en esta edición se debe poner entre signos de exclamación la obra de Teatro sobre el Camino, Paradigma o Ay, Shakira. Colocar sobre el escenario asuntos tan polémicos como la discriminación, la no aceptación de uno mismo, la adoración de falsos ideales creados por la sociedad de consumo y la violencia infantil, es ya un acierto.

grupo de teatroEl grupo Teatro sobre el Camino, de Santa Clara, compartió con el público avileño la celebración de sus 10 años de vida artística

Además, el depurado trabajo con el títere de pelele, las habilidades histriónicas de los actores y la sencillez pero adecuada disposición escenográfica, fueron ganancias ineludibles de la obra.

#teatrosobreelcamino #títeresalcentro9

Posted by Ahs Ciego de Avila on Friday, November 8, 2019

Titerike propuso Colmillo el Vampillo, donde aborda de forma diáfana la necesidad de prestar atención a todo extraño que se acerque a los pequeños del hogar, pues de “malas intenciones” está lleno nuestro mundo.

Si no es fácil hacer teatro de títeres para niños, es mucho más complicado hacerlo para adultos, por los encasillamientos posmodernos de asociar esta rama de las artes escénicas solo con el público infantil. No obstante, Paquelé, de Sancti Spíritus, demostró con El rey que rema, que esta expresión puede ser aceptada y disfrutada por receptores jóvenes y adultos. Con un guion dinámico y un lenguaje entre coloquial y cortesano, tuvo al público atento y sonriente durante toda la puesta en escena, dirigida por Pedro Antonio Venegas.

Aunque no se pudo cumplir con todo el programa de La Trocha Titiritera, por complicaciones de logística, sí se logró visitar varias escuelas de Ceballos y Ciro Redondo. Un anhelo de este evento que propone llevar el arte de los títeres fuera de los límites de la ciudad cabecera.

En el marco del evento, 40 Megas celebró su tercer aniversario de creado, muy atinado pues los integrantes de este grupo humorístico fueron formados en el mundo de las artes escénicas por el Guiñol Polichinela con su director Yosvanny Abril.

La obra escogida para la ocasión fue Amores ridículos, con la cual se dieron a conocer como profesionales y con Claudia Álvarez como invitada especial. Para la puesta en escena se estrenó el sketch Sonando con Arturo; una parodia al personaje legendario de poemas galeses y literatura celta, el Rey Arturo, y a sus caballeros de la mesa redonda. Se analiza la función de estas figuras en el reino de Camelott, a través de un programa televisivo y con una conductora cuyas “semejanzas” con programas de televisión cubanos y con Edith Massola, fueron puras coincidencias.

Teatro Principal lleno completamente???????? Otra vez "Gracias" público avileño por acompañarnos en nuestras locuras???????? Esperen...

Posted by Isaac Miguel Torres Laureiro on Friday, November 8, 2019

La Noche más larga del títere llegó con las expectativas bien elevadas. Desde las 6:00 pasado meridiano, una oleada de niños y padres esperaban con entusiasmo el encuentro, que prometía una velada colmada de risas, moralejas, bailes y canciones.

Como es usual, todas las compañías teatrales mostraron su talento al público avileño, e incluso, transeúntes del bulevar, no enterados del hecho con anterioridad, no podían alejarse del tumulto una vez degustado el producto titiritero. Y es que esa noche es única, esperada durante todo un año por sus fieles espectadores y disfrutada por todo el que decida acercarse al escenario improvisado.

Entonces no queda más que agradecer por la oportunidad que brinda este evento para compartir la magia de los títeres. Pero, ante todo, expandir las felicitaciones a ese colectivo de trabajo del Guiñol Polichinela, que fusiona de forma envidiable, juventud, compromiso y talento, para que cada año los títeres vuelvan al centro.


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