La historia de Nelson Oney Peña llega a la pantalla a través de la obra audiovisual de José Ángel Guevara Tamarit
Tres y media de la tarde del sábado y sobre la pantalla improvisada se proyecta, en la sede de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC) en Morón, una familia disfrutando mientras hace música.
“Papi es y va a seguir siendo el tipo que yo quiero ser”. “El viejo es… lo más grande”. Hablan los Oney, por supuesto. Cualquier amante de la buena música en Morón y más lejos, sabe que ese “viejo”, es Nelson.
Él, en frente, emocionado, se alista para recibir el regalo: el documental dirigido por José Ángel Guevara Tamarit, joven realizador moronense que ya le ha encontrado el gusto a contar la vida de los músicos de por aquí.
Nelson Oney Peña, a quien Invasor ya le ha dedicado páginas y cariño, cuenta entonces sus inicios en la música, las máximas de su maestro, aquello de que hay buenos músicos y también hacedores de ruido…
—“Maestro, y ¿cómo los distingo?
—Los hacedores de ruido tocan sin cadencia, tocan sin el alma. Pero un artista siempre, siempre toca con el alma.
Hace dos años, dijimos: “Nelson Oney Peña se ha ganado un lugar en los libros de música con que estudian sus nietas, ha creado una familia talentosa y unida. Ha compuesto y acompañado a los más grandes de este país. Y un día volvió a Morón, para que trabajar y disfrutar de la vida ya no fueran conceptos encontrados”.
Y hoy vemos esa historia en la pantalla, la escuchamos en las voces de la familia (tal vez deberíamos decir La Familia), en fotos sepias, y con música de fondo.
José Ángel, recién afiliado a la Unión de Escritores y Artistas de Cuba, describió la presentación del documental como una coincidencia feliz.
“Esta es mi visión de lo que ellos me contaron —cuenta el realizador. Los conozco hace años y les agradezco muchísimo compartir con ellos tantas cosas, ese deseo y esas inquietudes por la música”. El material se titula “Los Oney” y tiene una duración de 42 minutos.
Su primera foto, 76 años después
“Yo considero que lo más bonito que le puede suceder a una persona —dice Nelson— en la vida es esto. Llegar aquí siempre es emocionante, es bueno. Me preguntan si volviera a nacer, y yo digo, ¿Qué quisiera? Repetir de nuevo”.
La familia reunida, feliz