Con sencillas y sentidas actividades, a tono con los requerimientos que impone hoy la COVID-19, Ciego de Ávila celebra este primero de julio el Día del Historiador Cubano, para rendir tributo a Emilio Roig de Leuchsenring.
En predios avileños, específicamente en la ciudad de Morón, tiene lugar este miércoles el acto provincial por la efeméride, en la sala de Arqueología del museo Caonabo, con un auditorio en composición reducida, según informó Rolando Valle de Posada, coordinador municipal de la filial avileña de La Unión Nacional de Historiadores de Cuba (UNHIC).
En ese escenario, tras el depósito de una ofrenda floral en recordación al Héroe Nacional José Martí en el parque que lleva su nombre, se realizará la estimulación correspondiente a un grupo de historiadores destacados en los distintos frentes de la organización.
Morón es merecedor de la sede provincial en atención al meritorio trabajo realizado en la preservación, la enseñanza de la Historia, y en la socialización y divulgación de las investigaciones, entre otros resultados.
Como saludo a la fecha, los historiadores de la Ciudad del Gallo impulsaron, junto a constructores locales, la reparación de la segunda planta del museo Caonabo, donde está ubicada la sala de Historia, además de mejorar la carpintería y la pintura exterior. También participaron en charlas, conversatorios y en acciones de preservación de sitios históricos.
En la dirección provincial de la UNHIC se conoció que, hasta el venidero 26 de julio, se estarán realizando distintas actividades, todas en composición reducida, en observancia de las disposiciones orientadas por Salud Pública; entre ellas, reconocimiento a historiadores destacados; publicación de trabajos relacionados con la fecha, tanto en los órganos de prensa provinciales y municipales como en las redes sociales; y celebración de la efeméride en las filiales de base que tengan las condiciones requeridas.
En ocasión de la velada por el aniversario 125 del natalicio del doctor Roig de Leuchsenring, el Historiador de la Ciudad de La Habana, Eusebio Leal, expresó:
“…hasta los enemigos de aquel ser excepcional cedían ante su figura de libre pensador fuera de todo partido político, enemigo de la imposición de cualquier credo en la enseñanza pública y de injerencia extranjera, que consideraba el mayor de los males, y, en consecuencia, era un antimperialista convencido”.
Brmh