Béisbol panamericano: ¡pronosticadores!

Acaba de perder Cuba ante Canadá 6x8 en los Juegos Panamericanos de Lima, Perú. Son las 11:15 de la noche y yo no tengo ganas de escribir. Poco me reconforta que el avileño Raúl González volviera a batear bien con el uniforme de las cuatro letras.

No es que yo estuviera seguro de una victoria de los míos y que ahora esté defraudado, se trata de que, luego de relatar durante muchos años de éxitos y más éxitos del béisbol cubano, ahora, en las “postrimerías” de mi vida profesional, no hago más que contar de fracasos y más fracasos. Y se me han quitado los deseos de comentar del tema.

Pero aunque hubiese deseado el triunfo, les juro a los amigos lectores que en mi caso, más que este nuevo traspié, lo que me saca de los cabales es la forma en que se dijo, antes de la competencia, que Cuba era el favorito para traer el título.

Es como si los que lanzaron tal pronóstico tuvieran como justificación los innumerables triunfos de los nuestros en el anterior siglo y dejaran a un lado la historia reciente de los dos últimos lustros.

También pudieron creer, por ejemplo, que en nuestras series nacionales se juega mejor béisbol que en la Liga Can Am de Canadá y que no tiene tradición la pelota en Puerto Rico o República Dominicana. Y tampoco hicieron caso de los fracasos en el tope amistoso con Nicaragua.

Tales “pronosticadores”, al parecer, se olvidaron de la salida del país en los últimos años de centenares de talentos. Por que, sin ceñirme a los que ahora mismo juegan en las Grandes Ligas, sino a los que aún no han logrado tal honor, me atrevo afirmar que de haber contado con estos últimos, más del 70 por ciento de este equipo Cuba hubiese sido otro.

Ya dije que no tengo deseos de escribir. Voy a tratar de dormir. Ojalá sueñe con que los que vaticinan aun grandes resultados del béisbol cubano, se olviden de sus utópicos augurios y piensen más en qué hacer para salir de este “bache”, que ya se hizo un cráter bien profundo.