Sentir vergüenza es bueno

El avileño Carlos Félix Ramírez Román no vaciló en denunciar un mal servicio en el transporte público cuando decidió viajar hacia La Vega, una localidad perteneciente al Consejo Popular Guadalupe, en el municipio de Florencia.

La carta abierta titulada No es cotilleo, publicada el 4 de febrero del año en curso, expone la desinformación y falta de comunicación por parte del chofer que venía como flete desde Florencia, quien dijo que “seguía destino a Morón (como flete también), y que aseguraba su regreso a la 1:00 pm, como estaba previsto salir para este destino”.

Obviamente esto no fue así, y los cambios no fueron informados a los que esperaban viajar a Florencia, acción que fue irritante para este lector, quien ese día tuvo que viajar en un camión particular hasta Campo Hatuey y, desde allí, esperar, “a la buena de Dios”, a que apareciera algún medio de transporte para continuar hacia el territorio florenciano.

Ante la queja, responde Deivys Dávila Hernández, director de la Unidad Empresarial de Base de Transporte (UEBT) de Florencia, quien comenta que “al efectuar el flete hacia Morón y con tiempo para retornar a Ciego de Ávila para cubrir la salida para Florencia, el ómnibus sufrió una rotura, presentando problemas en el sistema de freno. “Por esta situación se vio obligado a retornar a la base de Morón y luego para Florencia, por no resolverse la rotura antes de hora.

“Se realizó un análisis con el chofer por no informar lo acontecido a la Dirección de la UEBT de Florencia y a la Terminal, para que fueran informados los pasajeros.

“También se llamó la atención a los expedidores de dicha institución por no fiscalizar la transportación y no comunicar a la población las causas por las cuales el ómnibus no realizaría el viaje previsto.

“Dado el malestar ocasionado ante las indisciplinas, fueron reflejados estos incumplimientos en la evaluación del desempeño del chofer en cuestión y de los expedidores”.

Los directivos de la UEBT del municipio de Florencia ofrecieron, personalmente, disculpas ante las molestias ocasionadas a Ramírez Román, y el válido compromiso de no incurrir nuevamente en situaciones como esta, donde se ha faltado a una norma social, porque mantener la vergüenza vale para mantener sanas las relaciones sociales.


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