Teófilo Stevenson, el boxeador más destacado del siglo XX en Cuba

 stevenson Mucho se ha hablado del llamado "buque insignia del deporte cubano", entonces, antes de que concluyan los Juegos Olímpicos de París 2024, —aunque no soy amante de este deporte— no podía dejar de hablar de un grande del boxeo en Cuba. Sí, así como zumba y suena y sepan que a él le ofrecieron siempre millones para abandonar el país, pero que su humildad, respeto y amor por su pueblo lo convirtieron en un ídolo de muchas generaciones; esta era una deuda, no con Cundo, sino conmigo.

Corría el año 1987 cuando el Comandante en Jefe de la Revolución Cubana, luego de la inauguración de la terminal de azúcar a granel de Puerto Carúpano, hizo un alto en el poblado de Delicias, en la provincia de Las Tunas, y se apareció nada más y nada menos que en casa de Teófilo Stevenson Lawrence (1952-2012) quien, en aquel momento, era bicampeón olímpico.

Contó el gran atleta cubano que, mientras le mostraba el lugar donde conservaba sus medallas y trofeos, Fidel no perdía el más mínimo detalle, haciendo preguntas sobre todo lo que veía.

En medio de la conversación uno de los familiares le llamó: “Pirolo…”, y Fidel riéndose, le dijo: “Teófilo, ¿cómo es que te llamaron?”. Él le contestó: —Comandante, desde niño, amigos y familiares me llaman Pirolo”, y es que Fidel no podía concebir que ese fuera el apodo de un campeón.

Sepan, amigas y amigos de la Gran Red de Redes, que este gran deportista era el primer hijo de Teófilo Stevenson Pearson, oriundo de la isla antillana de San Vicente, quien, junto a otros familiares y amigos, se había trasladado al norte de la provincia de Las Tunas en busca del trabajo que aseguraba la prosperidad de la industria azucarera. Allí conoció a la cubana Dolores Lawrence y crearon una humilde familia.

John Herrera, que era amigo de su padre, fue quien, al ver el interés del niño Stevenson por el boxeo, se convirtió en su primer entrenador y le enseñó su estilo.

Según nos dice el portal cubano Ecured, el primer combate en que participó fue en 1966, cuando solo tenía 14 años. Peleó en la división de 71 kilogramos, en un cartel efectuado en un ring ubicado junto a las gradas del estadio Julio Antonio Mella, en su natal provincia tunera, allí perdió por puntos ante Luis Enríquez, un peleador que ya había celebrado cerca de 20 combates.

Luego vendrían positivas experiencias en lides de las categorías menores, y ganó el título nacional juvenil en 1968. Una vuelta al sol después, perdió en cerrada decisión la pelea por la corona de los pesos completos ante el pinareño Gabriel García, en el máximo evento del boxeo en Cuba, el Torneo Playa Girón.

Conozcan, amigos internautas, que las excepcionales condiciones de Stevenson no pasaron desapercibidas para Andrei Chervonenko, entrenador de la ex Unión Soviética que, en ese entonces trabajaba con la preselección cubana de boxeo, y rápidamente propuso incorporarlo al grupo élite que se preparaba para los principales compromisos internacionales.

En la arena nacional, el largo reinado de Stevenson comenzó en 1970 y, un año después, en los Juegos Panamericanos de Cali, Colombia, ganó la medalla de bronce, al caer por decisión dividida 3-2, ante el estadounidense Duane Bobick, conocido como la Esperanza Blanca.

Pero, como diría HEPA, donde hay desquite no hay agravio, y en los Juegos Olímpicos de Múnich, Alemania, en 1972, Teófilo se desquitó al noquear, en el tercer asalto, a Bobick, y coronarse campeón olímpico.

Los amigos internautas que gustan de estas reseñas, especialmente los que disfrutan del deporte y los triunfos de los cubanos, sabrán que Stevenson ganó 301 de los 321 combates efectuados, era dueño de una derecha demoledora y un magnífico juego de manos y de pies.

Aquí les va la apreciación que sobre Stevenson tenía el alemán Peter Hussing: “Uno no tiene tiempo de ver su derecha. Y cuando la ve, es porque la tiene ya sobre el mentón”. Fue dominado por el gigante cubano en apenas cuatro minutos y tres segundos en la semifinal olímpica en Múnich.

Tal era su pegada que, obtuvo además, todos los títulos de la Asociación Internacional de Boxeo Aficionado, con tres coronas olímpicas: Múnich 1972, Juegos Olímpicos de Montreal 1976, y Juegos Olímpicos de Moscú 1980, e igual número en Mundiales, Campeonato Mundial de Boxeo La Habana 1974, Campeonato Mundial de Boxeo Belgrado 1978, y Campeonato Mundial de Boxeo Reno 1986.

De otra reseña boigráfica extraigo que, en los 20 años en el ring, —catorce como estrella indiscutida—, enfrentó a muchos púgiles de calidad, pero el que le resultó más difícil, fue el soviético Igor Visotski, quien consiguió derrotarlo en dos ocasiones, sin que tuviera oportunidad de conseguir el desquite.

Muy interesados por definir quién era el mejor pugilista del mundo en la máxima división, los dirigentes del boxeo profesional de Estados Unidos, —en la década de los 80 del pasado siglo—, intentaron concertar una pelea entre Stevenson y el reconocido campeón mundial rentado de los pesos completos, Muhammad Ali.

Las condiciones de aquel combate nunca llegaron a concretarse, porque debía efectuarse bajo las reglas del boxeo amateur, algo que no era aceptable para los patrocinadores.

Después de la victoria en el Mundial de Reno en 1986, decidió retirarse del deporte activo y, durante el Torneo Internacional de Boxeo Giraldo Córdova Cardín y en la inauguración de la Sala Polivalente Leonardo Mackenzie Grant, en su querida provincia tunera, en 1988, se realiza la ceremonia de despedida.

Pasó a trabajar en la Federación Cubana de Boxeo, llegando a ser su vicepresidente, y en la Comisión Nacional de Atención a Atletas Retirados y en Activo del INDER, aportando su experiencia a las nuevas generaciones de boxeadores cubanos.

Stevenson recibió varias ofertas de dinero para saltar al profesionalismo, pero su respuesta siempre estuvo claramente definida: “Prefiero el cariño de ocho millones de cubanos”.

“Ningún dinero del mundo habría sobornado a Stevenson”, dijo Fidel de este excepcional atleta cubano que falleció a los 60 años, víctima de una cardiopatía isquémica. Posteriormente, en 2014, dando cumplimiento a su voluntad expresa, se trasladaron sus restos mortales al Cementerio Municipal de Puerto Padre, para descansar junto a Teófilo y Dolores, sus padres.

Al conocer de su muerte súbita, el gran boxeador estadounidense Muhammad Ali, expresó: “Me entristeció profundamente esta mañana la noticia de la muerte de uno de los grandes campeones del boxeo, Teófilo Stevenson. Aunque nunca peleó profesionalmente, haber ganado tres medallas de oro en tres Juegos Olímpicos diferentes garantiza que él habría sido un enemigo formidable para cualquier otro campeón de peso pesado reinante o cualquier retador en su mejor momento. Siempre recordaré el encuentro con el gran Teófilo en su Cuba natal. Él fue uno de los grandes de este mundo, y a la vez fue un hombre cálido y abrazable. Mis condolencias para su familia y amigos. Que descanse en paz”.

Curiosidades

• Amigos internautas, ¿por qué no prueban este simple truco para averiguar la temperatura que hace? La próxima vez que escuchen el sonido de los grillos cantando en una cálida noche de verano, necesitan contar cuántos chirridos hay durante más de 25 segundos, luego dividir por tres y agregar cuatro, para indicar la temperatura en grados Celsius. Así como zumba y suena, la frecuencia de los chirridos de un grillo es consistente con la temperatura del aire.

• “Cuanto más difícil es la victoria, mayor felicidad hay en ganar”, sentenció Edson Arantes do Nascimento, Pelé (1940-2022), deportista brasileño, considerado, por muchos, el mejor futbolista de todos los tiempos.

• Agreguen a su acervo literario que la Real Biblioteca de San Lorenzo de El Escorial alberga tesoros invaluables, destacando, entre ellos, el Códice áureo y el De baptismo parvulorum de San Agustín, este último considerado un autógrafo del santo. Ejemplos excepcionales del arte y la escritura medievales y, testigos del empeño de Felipe II por acumular sabiduría en su biblioteca.

• ¿Sabían que, el Everest no es el punto de la Tierra más cercano al sol? Por la protuberancia ecuatorial de la Tierra, el Chimborazo, un volcán inactivo en Ecuador, cuya cumbre se encuentra a 6263 metros sobre el nivel del mar, debido a la forma achatada del planeta, se extiende más lejos del centro de la Tierra que el Monte Everest y de ahí su primera posición en este asunto geográfico.

• La frase del latín Carpe diem, que significa “Aprovecha el día”, nos recuerda la importancia de vivir plenamente en el presente.


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