Comienza el ajetreo, y el ritual de la semana hace de las suyas entre los que asisten al encuentro. Es como si cada nueva edición de Invasor nos involucrara en una aventura que no termina sino con el inicio de la próxima.
Primero, el constante tintineo de las máquinas de escribir, y el olor a plomo y tinta que reinaba en el Taller, ahora, el incontrolable sonido de las computadoras e impresoras.
Han pasado 25 años desde aquel 26 de julio del ’79, muchos han sido los cambios y varios los que han plasmado sus criterios en las páginas de Invasor. Unos decidieron trasladarse, otros echaron raíces, y los más nuevos hacemos lo indecible por convertir nuestras expectativas y sueños en una realidad alcanzable.
La responsabilidad va más allá de lo que muchos pudieran imaginar. Mantener informados a los avileños sobre la vida social, política y económica de toda la provincia constituye todo un reto.
Recorrer cada departamento es suficiente para percibir cuán importante es para estos hombres y mujeres su periódico, no se trata de personas diferentes, solo los distingue su sentido de pertenencia.
Al fin el sábado. La cola en los estanquillos. Unos beben cada sorbo de su contenido, otros se ven reflejados, algunos inconformes con la crítica y no faltan quienes dan gracias a Invasor por existir. He ahí la única recompensa.
De paso por el Informativo es posible encontrar desde el más experimentado de los periodistas hasta el más novel, cada uno inmerso en sus reflexiones
Los choferes constituyen un eslabón importante en la búsqueda de la información
“Periódico Invasor, buenos días...”
Quienes trabajan en la página web tienen la responsabilidad de dar a conocer al mundo la realidad de la provincia y el país
“La unidad del colectivo es la clave de los resultados que exhibimos”, asegura Migdalia Utrera Peña, directora
El trabajo de los fotógrafos complementa la labor de los reporteros
Diseñadores y correctoras resultan imprescindibles para la calidad de esta publicación
* Fotorreportaje publicado originalmente en el semanario Invasor, el sábado 24 de junio de 2004.