Misleydi Abad Modey asume un nuevo desafío, al ser promovida como primera secretaria del Comité Municipal del Partido en Majagua
De Misleydi Abad Modey, bien pudiera afirmarse que es una maestra que dirige, siempre en constante aprendizaje. Y a veces las funciones se entrelazan y trata de sacar lo mejor de cada una. Pero eso de estar al frente de tareas viene a resultar en ella como un gen más de su ADN, con una trayectoria que se remonta desde su etapa estudiantil. Ella “despuntó” en su generación, pero ¿cuántos otros no pudieron hacerlo también?
“Es que en ocasiones he notado que no se presta la atención suficiente a quienes desde temprano van mostrando cualidades, y escuchas como se refieren a ellos como ‘muchachitos de la Federación Estudiantil de la Enseñanza Media’, por ejemplo, ¿por qué, les digo, si de ahí salí yo? Si esa cadena se pierde, es más difícil la transformación. Hay que trabajar más en ello, formarlos desde nuestra esencia, lo antes posible”. Lo afirma consciente de una labor que conlleva un poco de arte, mucho de ciencia y más de sensibilidad, de la cual toda preparación no es poca.
Un camino que pasa por haber sido Presidenta de la Federación Estudiantil Universitaria en la casa de altos estudios avileña, cargos dentro de la Unión de Jóvenes Comunistas en la provincia; desde hace cuatro años formó parte del trabajo profesional del Partido en el municipio cabecera, además de integrar de 2011 a 2021 el Comité Central de la vanguardia política de la nación, con el honor de ser su miembro más joven en aquel entonces, a sus 28 años; además, Diputada a la Asamblea Nacional del Poder Popular de 2007 a 2017, y actualmente delegada de circunscripción.
Ahora Misleydi asume un nuevo desafío, al ser promovida como primera secretaria del Comité Municipal del Partido en Majagua, algo de mayor complejidad dentro de su carrera.
—¿Cómo asumes la dirigencia? ¿Cuáles son tus principales motivaciones?
—La principal está en los principios que me unen al proceso revolucionario. Lo que más disfruto en la vida es un aula, soy maestra porque me gusta, pero soy dirigente por convicción y compromiso, aunque hay cosas que dirigí que no me gustaban. Cuando asumo una tarea voy hasta el final y cuando doy el sí es para darlo todo.
“Dirigir tiene cosas buenas y malas, gente que te entiende y que no, eso siempre es una realidad para quien toma decisiones. Me gusta escuchar, sentarme sin ninguna prepotencia a debatir, que las decisiones sean en consenso, y eso te ayuda en la labor de dirección, porque cuando construyes la decisión es más fácil asimilarla, lo cual pasa también por las capacidades y las ganas de hacer de quienes te rodean”.
—Retos para esta nueva etapa.
—Será muy importante seguir potenciando el desarrollo, la autonomía de un territorio que tiene que crecer económicamente, y avanzar en el fortalecimiento de sus principales polos productivos y el fomento de otros renglones. Majagua tiene mucho potencial agropecuario, por eso hay que desarrollarnos más en lo económico y que llegue a su gente para lograr que las personas piensen que aquí se concretarán sus proyecciones, sus sueños de vida.
“Si conseguimos esto último, en los diversos terrenos laborales, haremos que la población joven se quede aquí, que no salga a buscar su forma de vida, su prosperidad a otro lugar, ni de Cuba ni del mundo, sino que la vea aquí en Majagua, y eso me parece que va a ser uno de los desafíos más grandes.
“Hay que seguir mejorando en la política de cuadros. Yo creo que los líderes deben nacer de su propio pueblo, de ahí la misión de seguir identificando personas con las cualidades. Por tanto, que no se tenga que exportar dirigentes de otros lugares para enfrentar los procesos del territorio, que se puedan generar desde la base con la identificación, la proposición, la visualización de un grupo de personas jóvenes que puedan darle continuidad a todo lo que está planteado.
“También los retos estarán en el funcionamiento del apartado político, con los procesos de crecimiento al Partido, la estabilidad de sus núcleos, poderlos nutrir de sangre joven, de personas que por sus condiciones puedan integrar las filas de la organización, para que no pierda vida y afrontar las problemáticas con la fuerza que se necesita”.
—Al ocupar una responsabilidad tan demandante, ¿cómo lo asumen en casa?
—Dirigir no es tarea de ocho horas. La familia se sacrifica al mismo ritmo tuyo, se consagra al igual que uno y en muchas ocasiones queda en el anonimato. Mis resultados se deben, en buena medida, a ellos, mi esposo e hijo.
“Las dinámicas que trajo la COVID-19 transformaron muchas cosas. Mi niño muchas veces tuvo que ser cuidado por los familiares, al no poder estar con él todo el tiempo como otras madres, o llegaba tarde a casa y a esa hora debía asumir parte de las tareas del hogar. Se necesita de la cooperación de todos. A la par de mi trabajo, que absorbe tanto tiempo, es una de mis prioridades la educación y formación de mi hijo, inculcarle los valores en los que creo. Que defienda estas ideas.
“Luego de esta designación me mudaré para acá y ellos tienen que cambiar su sistema de vida, con escuela y trabajo nuevos, pero ambos están dispuestos a asumir el reto y el sacrificio”.
A Misleydi no se le olvida cuando en el VI Congreso del Partido conoció e intercambió con Fidel, de hecho, la foto grupal donde sale al lado del líder de la Revolución es junto a la de su hijo de ocho años las únicas que están en el multimueble de su casa. Ahora, ante la responsabilidad que afronta, cómo olvidar aquella ocasión en que la tomó fuerte de la mano, y le dijo: “Ustedes no nos pueden fallar”.