Estudiantes de cuerpo y alma

Cuando eres estudiante, dicen, vives la mejor etapa de la vida porque toda tu responsabilidad queda en sacar buenas notas y de lo demás que se ocupen otros. Sin embargo, siempre he creído injusto reducir a un aula y los libros lo que, en realidad, implica mucho más que llevar colgada una mochila y resultar alumno modelo.

Y está claro que el estudio constituye prioridad, pero ser estudiante supone, también, el entusiasmo de quien no se pierde una y arrastra a otros hasta el terreno deportivo o las tablas de un teatro, del que propone ideas y no se limita solo a participar para que su nombre aparezca en una lista, o del que le busca una explicación a todo, pues lo de acrítico no se le parece.

A 79 años, regresa la historia de los nueve estudiantes checos a los que los fascistas arrebataron la vida, mientras arremetían contra miles que reclamaban para sí y para su pueblo el respeto a la soberanía y a la dignidad arrebatadas por las hordas nazis. Antes, ocho de los nuestros cayeron a manos del colonialismo español sin que pudiéramos encontrar una explicación. Mas de todos aprendimos algo que llega hasta hoy, aunque, ahora, las luchas sean otras.

Como suerte de tradición, supimos multiplicarlo y heredarlo. Primero, un Julio Antonio Mella en huelga de hambre por tal de continuar la lucha que hizo de la universidad un hervidero revolucionario; luego, un José Antonio Echeverría queriendo ajusticiar al tirano en su propia madriguera; hasta la Generación del Centenario, iluminada por el Fidel universitario que no dejó morir las ideas de Martí.

Esa ha sido nuestra estirpe, como tantas veces nos lo recordó el Comandante invicto, con quien asumimos el mayor de los compromisos por aquello de que “si los jóvenes fallan, todo fallará”.

Así que demos guerra a la incultura y sintamos la responsabilidad de ser útiles, ya nos dirá el momento histórico qué caminos desandar. No por diferente será menos decisiva esta batalla que rebasa las aulas y llega a las calles donde la chapucería y la mediocridad hacen de las suyas, pero se impondrá la utilidad de los saberes.

Hoy festejamos el Día Internacional del Estudiante, y lo mejor del arte universitario habrá brillado en Ciego de Ávila. Algunos sentirán la nostalgia de aquella época en que un aula aguardaba por ellos porque, aunque corran los años, quien pasó de verdad, siempre estará de regreso.


Escribir un comentario


Código de seguridad
Refrescar