El Primer Secretario del Comité Central del Partido y Presidente de la República de Cuba, Miguel Díaz-Canel, manifestó su insatisfacción por no lograr, desde la conducción del país, los resultados para la necesaria prosperidad del pueblo.
Durante la última jornada del Décimo Período Ordinario de Sesiones de la Asamblea Nacional del Poder Popular (Parlamento), el mandatario reconoció, no obstante, su confianza en la dirección colectiva y ratificó su condición de “fiel defensor” de los acuerdos asumidos en el VIII Congreso del Partido Comunista de Cuba.
Desde el Palacio de Convenciones de La Habana, Díaz-Canel señaló que este año estuvo signado por adversidades como el accidente en el Hotel Saratoga, el incendio en la zona industrial de Matanzas (occidente) y el impacto del huracán Ian en el occidente de la Isla.
Ello, afirmó, obliga a la superación, incide en el aprendizaje y resulta en la capacidad de sopesar cada paso desde la ecuanimidad, y valoró cómo repercuten los principios, la historia y la permanencia del pueblo en el aumento de la fuerza y la confianza en la victoria.
De acuerdo con el Presidente su gestión estuvo caracterizada por el cumplimiento de los preceptos constitucionales, el respeto a la legalidad y los intereses del pueblo y su constante promoción a los mecanismos de la activación ciudadana, y el involucramiento popular en todas las esferas.
A su juicio, durante su administración insistió en la importancia de escuchar al pueblo y gobernar en consecuencia; así como en la significación de la ciencia y la asistencia de expertos y académicos en el mejoramiento de instrumentos democráticos.
En el período, argumentó, destacan la emergencia de numerosos programas para el enfrentamiento a las dificultades económicas, algunos de ellos vinculados a la soberanía alimentaria, la estrategia para alcanzar la estabilidad del Sistema Electroenergético Nacional y el control de la pandemia de la COVID-19.
De igual manera, refirió la creación y promoción de planes sociales orientados a la disminución de las desigualdades y las vulnerabilidades, y aseguró que cada ley aprobada por el Parlamento cubano será más legítima en la medida en que más personas intervengan en su elaboración.
Hay que eliminar trabas para consolidar el socialismo en Cuba
El Presidente Miguel Díaz-Canel instó a sacudir la inercia, desterrar el burocratismo, eliminar trabas y superar la autocomplacencia, para avanzar acelerada y sostenidamente en la consolidación del socialismo en Cuba.
Asimismo, exhortó al trabajo creativo e innovador para impulsar las acciones implementadas en función del desarrollo nacional.
En su alocución, Díaz-Canel resaltó que la actual legislatura del Parlamento cumplió el año que concluye el más amplio cronograma legislativo desde la aprobación de la Constitución, en 2019, aun en medio del recrudecimiento del bloqueo de Estados Unidos, y en el contexto de la crisis económica mundial y las consecuencias de la pandemia de la COVID-19.
Esta —dijo— incluyó la aprobación del Código de las Familias, precedido de un amplio debate popular, así como la realización exitosa de las elecciones municipales del Poder Popular.
El Jefe de Estado destacó las intensas jornadas cumplidas por los diputados cubanos durante los últimos días, que permitieron la aprobación de cuatro importantes leyes dirigidas a impulsar el desarrollo, superando los desafíos de una economía bloqueada, así como errores propios.
Señaló que el Plan de la Economía para el año 2023, aprobado la víspera por la Asamblea Nacional, define los objetivos para progresar con mayor efectividad y rapidez en ese propósito.
Díaz-Canel destacó, igualmente, la necesidad de lograr el incremento gradual, pero sostenido, del ingreso de divisas, que ayuden a resolver el desequilibrio macroeconómico existente, el cual se expresa en inflación y escasez de ofertas, entre otros aspectos que inciden en la calidad de vida de la población.
En ese sentido, exhortó a trabajar, innovar, fortalecer la economía circular, y lograr el desarrollo de la empresa estatal socialista para que cumpla su papel.
El mandatario definió como prioridad para 2023 la atención a comunidades personas vulnerables, los subsidios a personas, con un enfoque no asistencialista, entre otras, para impulsar el desarrollo social.