De madre a hijo: prevenir desde el vientre

Hace casi dos meses que el Hogar Materno Sur de Ciego de Ávila cerró sus puertas a familiares y visitas. Hace casi dos meses que solo entran y salen los trabajadores y especialistas después de una rigurosa pesquisa que busca identificar cualquier síntoma respiratorio.

Hace dos meses también que Oisis Caridad Reyes ingresó con un diagnóstico de anemia moderada y el riesgo de desarrollar un crecimiento intrauterino retardado, aunque a estas alturas sus ganas de salir parecen indicarle que han sido muchos más los días de espera.

Desde entonces hace lo que debe: comer seis veces al día de acuerdo a la dieta indicada, cumplir con los horarios de sueño y gimnasia, participar en las charlas educativas y rezar para regresar a casa, aun cuando le han dicho que probablemente solo lo hará después del parto por su salud y la del bebé.

Hogar maternoLa gimnasia ayuda a la flexibilidad

Dicho así se entiende la rutina de vida establecida en los nueve hogares maternos existentes en Ciego de Ávila, donde permanecen hoy 154 embarazadas que además de los riesgos y padecimientos que las pusieron dentro de estas instituciones enfrentan la amenaza de enfermar con Covid-19.

Por eso, Zoe Castillo Cabrera, jefa médica en el Hogar Materno Sur, habla de medidas precisas y ya habituales como desinfectar superficies, usar el nasobuco, lavarse las manos y velar el distanciamiento en cada cubículo. Sin embargo, lo más difícil ha sido crear un ambiente seguro, donde no se violen los protocolos y se comprenda que en evitar un beso o un abrazo nos va la vida.

Bajo estos términos Anielys Fernández Morgado, además de calcular las dietas en ese complejo patrón nutricional que va de las 2 300 a las 3 000 kilocalorías, vigila que ningún alimento fuera de la norma sea introducido, y al personal de enfermería liderado por Daynier Anta Rodríguez le toca la vigilancia de cualquier señal de alarma por ser quienes más tiempo permanecen en cada cubículo.

Si bien las causas de ingreso pueden ser muchas, una vez dentro se igualan la incertidumbre de las pacientes y el empeño de los médicos tanto por controlar una hipertensión arterial como por cumplir con un tratamiento de progesterona.

Ha sido el reacomodo de los servicios de salud en el territorio otro de los retos para el colectivo al ver ascender a 23 las camas ocupadas —de 31 capacidades disponibles— debido al ingreso de embarazadas de municipios tan distantes como Bolivia y Primero de Enero. Mientras, el factor geográfico se calcula como un riesgo para el parto extrahospitalario lo mismo para Yara Gavilán Zamora en la Loma de la Carolina que para Dayamí Gavilanes Domínguez en el Purial. Y en caso de una sospecha de Covi-19, los protocolos a seguir están establecidos.

Puertas adentro las lecciones parecen aprendidas, pero para quienes llevan un embarazo aparentemente normal habría que repetirles que la atención prenatal continúa, de ahí que ninguna gestante debe faltar a su consulta médica ni ninguna madre incumplir con el cronograma de vacunación previsto.

Según declaraciones al diario Granma de Noemi Doris Causa, directora nacional del Programa Materno Infantil, de abril a julio se estima que unas 21 402 gestantes den a luz en Cuba. Que sean partos seguros con bebés sanos también pende del hilo de la prevención en medio de la pandemia.


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