Ciego de Ávila vs. COVID-19: las tendencias son reversibles

Cuesta confiar en la disminución de algunos indicadores que dicen que sí, que estamos mejor.

El 60 por ciento de los 661 sospechosos (personas con sintomatología sugestiva a COVID-19) a los que se les tomó muestras para PCR-RT en la jornada del 14 de septiembre resultaron positivos. El número es importante porque apunta a algo en lo que no nos hemos cansado de insistir: todo síntoma respiratorio es COVID-19 hasta que no se demuestre lo contrario.

Y apunta, igualmente, a lo perentorio de que quien se muestre enfermo —tos, fiebre, diarreas, malestar general, secreción nasal, falta de aire— o haya estado en contacto directo con un positivo, debe acudir de inmediato a un centro médico, por más reservas y peros que tenga. Ahora que soy convaleciente puedo decir con más autoridad que nos estamos jugando la vida.

Aunque a la altura de la semana 37 (del actual año, 77 acumuladas) Ciego de Ávila mantiene una tendencia al decrecimiento de los principales indicadores, dígase incidencia acumulada y casos diarios, no hay razones para confiar en que lo peor ya pasó. Sobre todo, porque “lo peor”, hasta ahora, fue un agosto infausto de muertes y contagios sin fin (21 599, por mi cuenta), dos veces más aciago que julio, que había sido un abismo; ocho veces más nefasto que junio, del cual dijimos fue un infarto.

El octavo mes del año nos golpeó con una fuerza como de otro mundo, dejando detrás todos los pronósticos y las esperanzas. Tanto que cuesta creer que “vamos saliendo”, ahora que las estadísticas hablan de 17 días con reportes de menos de 400 casos por día. Parecen pocos, ¿verdad? Contra la primera semana de agosto, cuando se registraron aquí más de 1 000 casos diarios y un pico máximo de 1 434 positivos en 24 horas, cualquier cifra parece pequeña. Mas, ya sabemos que no lo son.

La tendencia a la “mejoría” se comenzó a experimentar ese mismo dos de agosto, a pesar de que no sería firme hasta una semana después. El descenso sostenido del total de contagiados diarios se ve claramente en las gráficas del doctor José Ramón Artigas, Metodólogo Docente del Centro Provincial de Higiene, Epidemiología y Microbiología, que hace énfasis en los últimos 15 días, donde esa tendencia es mucho más visible y pronunciada. No olvidemos, no obstante, que las tendencias son reversibles y dependen de mantener el control allí donde se ha logrado y conjurarlo donde se resiste.

Decimos control y con ello sobreentendemos que se trata, además, de garantías, oportunidad, estructuras y algoritmos funcionales, sensibilidad para ponerse en el lugar de los demás, compromiso con lo que toca hacer en cada momento.

Si hablamos de comportamiento de variables, tendríamos que decir que, aunque disminuyen los casos positivos y también los pacientes en estado grave y crítico, estas dos últimas variables no se comportan de manera similar. En lo que va de septiembre, mientras el promedio diario de pacientes reportados como críticos disminuyó seis veces, de 19 a tres, entre el 3 y el 14 de septiembre; los pacientes graves solo decrecieron dos veces, de 67 a 28, entre el primer día del mes al 12, y se observa un repunte entre lunes y martes, tal y como muestra el gráfico.

Pacientes Graves y Críticos (últimos 15 días)

 graficoFuente: Dr. José Ramón Artigas. CPHEM

Esos números podríamos conectarlos a un incremento en los fallecidos reportados en el parte oficial en la última semana (33), luego de que ese indicador comenzara a descender a partir del 25 de agosto, fecha en la que se contabilizaron 10 muertes o más provocadas por la COVID-19. En sentido general, Ciego de Ávila continúa con una letalidad superior a la del país, razón de más para no sentirnos a salvo.

Con 262 casos positivos al cierre del 14 de septiembre, siete de los 10 municipios muestran incrementos con respecto al día anterior, pero justo es decir que los 137 diagnosticados correspondientes al lunes 13 no son la realidad de la provincia. Los análisis, ya lo hemos dicho, no deben hacerse de una jornada para otra, porque hay muchos factores que intervienen en las estadísticas, dígase cantidad de muestras o capacidad de procesamiento del laboratorio, así como cuestiones organizativas y logísticas.

Por tanto, es recomendable ampliar el espectro. Es así que, de acuerdo con el informe presentado por el profesor Artigas, en la última quincena excepto Bolivia y Florencia, el resto de los territorios disminuye la cantidad de casos diarios y, en consecuencia, sus tasas de incidencia. Bolivia con una tasa de 1 851.3 por cada 100 000 habitantes y Florencia con 3 049.5, son los municipios con peor situación epidemiológica. No obstante, Chambas, Majagua, Ciro Redondo, Primero de Enero y Baraguá tienen tasas superiores a 1 000.

Recordamos siempre que son territorios con menos de 100 000 habitantes todos, por lo que un solo positivo mueve el indicador notablemente. Tal y como se ve en la tabla, Ciego de Ávila y Morón muestran escenarios menos complicados, una realidad donde confluyen el avance de la vacunación y cierta inmunidad de rebaño, después de un agosto tan duro.

Municipios Casos (u/15 días) Tasa Variación

 tablaFuente: CPHEM

Otras estadísticas de la jornada

Acumulado de casos autóctonos: 47 078

Casos autóctonos del día: 262 (de ellos 75 menores de 18 años).

Casos activos: 1 094

Casos graves y críticos: 77 (74 graves, 3 críticos).

Tasa de Incidencia Acumulada (15 días): 883.1 por cada 100 000 habitantes.


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