Alicia, Mujer de cristal

Decir Alicia es decir ternura, humildad, voluntad, sacrificio y decisión, al luchar desde pequeña por convertirse en una gran escritora y cantante famosa, para deslumbrar al mundo con sus composiciones y creaciones literarias.

Conocer a la chambera Alicia Burgos González, es palpar cómo su vida desde niña fue difícil, y no encontró apoyo para realizarse en sus metas propuestas; trató de encontrar en los alumnos que formaba, como educadora, el deseo de lograr en ellos sus sueños desde edades tempranas y, esto hizo que creara una cantoría con 35 niños, al fundar el grupo Guiñol en el territorio con su obra El pollito desobediente.

Hoy, cuando vemos como pudo esta mujer alcanzar la meta como escritora y artista, la valoramos como un símbolo de lucha, amor y entrega. Con 74 años de edad y un brillo en sus ojos, recuerda los libros de literatura infantil escritos por ella Canasta de sueños y Mágico carrucel, publicado por Ediciones Ávila y que forman parte de la antología cósmica de decimistas avileños, además, otras de sus producciones enriquecen las páginas del volumen Ávila Cantad.

Su desarrollo integral como personalidad de las artes va más allá, al ser ganadora, en varias ediciones, del concurso Cantándole al Sol, tanto a nivel provincial como nacional, en su condición de compositora. Otros resultados a esta instancia fueron: el primer lugar con la poesía Martina Bailarina, en la Casa de Cultura Joseíto Fernández en La Habana, así como otro lauro con décimas para niños y adolescentes titulada Cantata, unido a otros premios a nivel de municipio.

Alicia, aún trabaja para construir un mundo mejor, su discapacidad no la ha limitado. A ella se dedicó la Jornada de la Cultura y la Feria del libro en su terruño y, obtuvo un tercer lugar a nivel nacional por la organización que la acogió como una hija, la Asociación Cubana de Limitados Físico-Motores (ACLIFIM). Ella brilla como el cristal.


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