El parlamento de El Líbano aprobó este jueves extender el estado de emergencia que el Gobierno adoptó el pasado 5 de agosto, un día después de las explosiones en el puerto de Beirut.
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Las dos detonaciones en la terminal portuaria causaron 171 muertos, 6 500 heridos, daños parciales o totales de 300 000 viviendas y pérdidas estimadas en 15 000 millones de dólares.
Según la ley libanesa, el Gobierno solo puede emitir por ocho días un estado de emergencia, mientras que el hemiciclo debe aprobar su ampliación por períodos más prolongados.
El aprobado ahora regirá hasta el próximo día 21.
Durante la sesión legislativa especial, el presidente de la Cámara, Nabih Berri, confirmó que dimitieron ocho diputados.
Ellos son (Samy Gemayel, Nadim Gemayel, Elias Hankash), del partido de derecha Kataeb, Paula Yacoubian, Neamat Frem, Henri Helou, Michel Mouawad y Marwan Hamade.
Los representantes de la facción política de derecha Fuerzas Libanesas boicotearon la sesión.
A partir de este jueves, en el estado de emergencia el Ejército posee poderes excepcionales sobre asuntos civiles y se responsabiliza con la seguridad nacional.
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Bajo el mando del mando militar estarán las Fuerzas de Seguridad Interna, Seguridad General, Seguridad del Estado y de Aduanas.
Según ese decreto, el Ejército tendrá facultad para juzgar civiles en tribunales militares, prohibir reuniones, establecer toques de queda, censurar medios de comunicación, imponer arrestos domiciliarios, allanar hogares, emitir multas y deportar.