Agricultores de la provincia de Ciego de Ávila preparan condiciones para la nueva siembra de la campaña de tomate de la venidera temporada, con el objetivo de que sea superior a la pasada, cuando se cosecharon más de 30 000 toneladas.
En varios de los municipios avileños ya comenzaron la roturación de los suelos y el acondicionamiento de los viveros tecnificados, donde se desarrollan las áreas con semilla de calidad y posturas suficientes en organopónicos, además de las casas de cultivos protegidos, que ascienden a más de 300 unidades y facilitan plántulas en pleno desarrollo.
Aproximadamente el 90 por ciento de ese vegetal se procesa en el combinado industrial del pueblo de Ceballos, mientras el resto se suministra a las pequeñas industrias.
El municipio de Majagua, en el suroeste del territorio avileño, figura entre los más productivos de Cuba en la siembra y recolección de esa hortaliza, y donde fue modernizada la industria de esa localidad y ampliada su capacidad de procesamiento, mediante un proceso inversionista.
Se prevé que el suministro de agua a esa fábrica sea por un acueducto, en lugar de un río cercano, para evitar posibles contaminaciones, según especialistas de la Empresa Alimentaria local.
Tradicionalmente, la provincia siembra aproximadamente 2 500 hectáreas en los 10 municipios del territorio, suficientes para garantizar materia prima en la producción de Pasta y Vita Nova con destino a la población, el turismo y el mercado local.
El sector cooperativo y campesino siempre aporta alrededor del 80 por ciento de la cifra general en los campos de tomate del llamado perita, por su típica masa para la industria; mientras se reservan unas 20 000 toneladas del conocido como de ensalada, el mejor para la mesa cubana, pero incompatible con la industria por sus cualidades.