Aporta secadero de arroz avileño a la sostenibilidad y el ahorro

La puesta en funcionamiento de un moderno secadero de arroz de tecnología brasileña, ubicado en las inmediaciones de la localidad de Falla, en el municipio avileño de Chambas, constituye ejemplo del tránsito hacia procesos industriales en los que primen la sostenibilidad, el ahorro y la innovación como premisas para afrontar las condiciones económicas actuales del país.

Esta instalación reporta beneficios palpables que se reflejan en el secado de 30 toneladas del cereal hasta sus parámetros de humedad, establecidos de 12,5 a 13,5 por ciento, en solo cuatro horas, mientras que con el anterior procedimiento requería de más sesiones.

Pero la contribución más significativa residirá en que, al compararse con el equipamiento precedente, se disminuirá a cero el consumo de diésel (entre 1 000 y 1 200 litros, durante una jornada de trabajo, para secar alrededor de unas 60 toneladas), al utilizarse ahora la cascarilla de arroz como combustible.

Julio César Marrero González, director de la Unidad Empresarial de Base (UEB) Industria Raúl Cervantes, dijo a Invasor que los trabajadores de mantenimiento del centro construyeron y montaron una estructura que vincula el molino donde ocurre el proceso de trillado a la torre del horno de cascarilla.

Resaltó además la labor de los obreros como parte de la Asociación Nacional de Innovadores y Racionalizadores (ANIR), la cual posibilitó recuperar elementos dañados del tamizador de granos, que de lo contrario debían importarse desde otros países.

La inversión del secadero de arroz ascendió a más de 10 millones de pesos. Las obras comenzaron durante 2012, no exentas de retrasos en su ejecución debido, entre otros, al paso por el territorio en septiembre de 2017 del huracán Irma, el cual destruyó la torre, elevadores y otros elementos.

• Así marchaba la ejecución de esta obra en mayo de 2018.


Escribir un comentario


Código de seguridad
Refrescar