Tiempo, al tiempo de los hijos

Quizás usted sea de la opinión, que en relación con los hijos, lo que cuenta es la calidad y no la cantidad de tiempo con ellos.

La mayoría de las personas favorecen esta forma de ver las cosas, y, por lo tanto, justifican con seguridad y con tranquilidad, el hecho de que no pueden pasar mucho tiempo con sus hijos por tanto trabajo que tienen, o por tantas responsabilidades que asumen en otras faenas de la vida.

No es inusual entonces, escuchar comentarios como: “¡Tengo tanto trabajo, que solo pude estar media hora con mi hija, pero fue una media hora de calidad!”.

O tal vez: “Entre limpiar la casa, cocinar, el trabajo y los quehaceres cotidianos se va todo el día, no tengo tiempo libre, por eso busco aunque sean 15 minutos para sentarme a ayudar a mi hijo con su tarea… ah, pero esos 15 minutos son de calidad. Si pudiera darle más, lo haría”.

Vivimos en la sociedad del desenfreno, del estrés. En muchos casos, el ritmo de vida al que estamos sometidos nos pasa factura. El problema es que, a nuestros hijos, también.

El tiempo es para todos el mismo, 24 horas que tiene cada día. Lo que tenemos que plantearnos es en qué lo empleamos, qué prioridades tenemos para ello, y si nuestros hijos están dentro de esas prioridades. Seguro que todos pensarán, por supuesto que sí, pero ¿realmente es así? ¿Qué porcentaje de nuestro tiempo les dedicamos?

Ellos necesitan que les demos tiempo, y de igual forma, que ese tiempo sea de calidad; las dos cosas son importantísimas en el crecimiento y en el desarrollo de una autoestima saludable en nuestros hijos. Y no únicamente en los más pequeños, sino durante todas las edades. Recuerde que lo que hacemos hoy con nuestros hijos, determina cómo crecerán, cómo se comportarán, y qué tan saludables tendrán su autoestima.

Este tiempo en familia tiene beneficios para ellos, pues se sienten importantes y amados, tienen la oportunidad de expresar sus pensamientos y sentimientos, y se desarrollan vínculos mucho más fuertes.

Pero, ¿cómo hacerlo?: utiliza la hora de la comida: este momento se puede convertir en un evento en el que los hijos sean alentados a contar sus “cosas”, lo que les interesa y un momento para que sus padres le demuestren interés por lo que les cuenta; utiliza la hora de las tareas escolares, partiendo de la base de que a los niños hay que enseñarles a ser responsables y aprender que deben hacer los tareas solos, siempre es bueno aprovechar dicho momento para estar cerca de ellos por si necesitan nuestra ayuda y alentándoles en sus logros con refuerzo positivo que incremente su autoestima; también utiliza el tiempo de antes de dormir para incentivar el hábito de la lectura, bien contándoles un cuento o inculcándoles el que ellos empiecen a hacerlo por sí mismos.

Ah, y desde luego que, al compartir, no vas a criticar, ni juzgar, ni a señalar, solo vas a compartir de forma ligera. Claro que habrá momentos donde tendrás que disciplinar o corregir, pero no vas a dejar de dar tiempo con calidad, aun cuando sea necesario corregirlos.

Durante el tiempo que compartas con tus hijos, haz actividades que ellos disfruten, no solo las que a ti te gusten. Muchas veces se nos olvida que el enfoque de este tiempo que compartimos debe de ser de nuestros hijos y no de nosotros.

Deje de usar excusas como el trabajo, las responsabilidades de la casa, o el cumplirle a alguna amistad o familiar, y ponga a sus hijos como prioridad.

Busca cómo entrar en sus mundos, hablando de cosas que les interese a ellos, y no con críticas y regaños. Tú, eres el arquitecto del proyecto más grande que tendrás que enfrentar en la vida: el criar a tus hijos, por lo tanto, hazlo lo mejor posible.

Recuerda que los hijos crecen muy deprisa, al mismo ritmo que va nuestra vida. No basta que pensemos que lo importante es que el tiempo que compartimos sea de calidad. No nos engañemos con esto, ni nos tiene que servir para quedarnos tranquilos. Lo que necesitan es que estemos con ellos y si lo aprovechamos al máximo, será la mejor muestra de cariño.

*Licenciada en Psicología. Máster en Educación Especial y profesora de la Universidad de Ciego de Ávila Máximo Gómez Báez


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