No tengo un curso emergente de Filosofía, pero como hace dos años viajo, unas dos veces por semana, desde la Avenida de los Deportes hasta Abraham Delgado —vía Circunvalación—, casi logro graduarme en la ideología de la botella, una carrera que suponía fácil hasta que empecé con lo básico: pararme y sacar la mano.
Entonces suspendí hasta los extraordinarios con el asombro de las vírgenes o las primerizas que creen que cosas como esas no tienen ciencia ni filosofía. Luego, mis horas de estudio (y de pie) me convencieron de lo contrario y desde que entendí la “materia” he podido aprobar. Incluso, con sobresaliente, lo que se traduce en ser una “ganga” en la carretera; lo que, a su vez, podría entenderse en: ropa ajustada, tacones, pelo suelto, insistente movimiento del brazo, aire contenido que te obligue a sacar el busto (y durante esa asfixia ponerse de medio lado para hacerlo notar, nunca de frente).
Las he plagiado cada tarde allí, donde las que rondan los 20 años y se muestran criollitas de Wilson van confiadas, algunas eximidas al punto de llegar e irse, sin apenas estirar la mano. Cuando las imito, al no ser una copia fiel, demoro más, pero siempre me voy primero que las mujeres atestadas de jabas, las menos delgadas, las más viejas, o cualquier hombre…
Parece que ciertos choferes van por la vía (y por la vida) recogiendo a las mujeres como si se tratase de un concurso que ellos premian con su stop. Y frenan, luego de un exceso de estereotipos en el que pagan la multa todas y todos los que quedan fuera de su estética de carretera. Terminan siendo un desacato a la solidaridad, en sentido contrario a lo que uno sale a buscar, creyendo que sobrarían las distinciones de sexo, raza, edad, curvas…Y justo ahí te ponchas.
Quienes lo han entendido intentan coger botella por la vía más rápida: se separan unas de otras, a escasos metros, y se ponen a competir por llegar a una meta que no creen alcanzar las que se sienten descalificadas, de antemano, quedándose menos al borde. La escena es una señal muy visible de la cosificación de la mujer que se ofrece (a ser llevada) por serlo, es un insulto a la identidad de género, es discriminatoria… y puede que algunas no lo sepan, mientras otras estamos plenamente conscientes, aunque en el fondo añoremos un Pare y nos sumemos a la escena.
Llega a ser repudiable observar a mujeres que no hacen seña a choferes que van con otra al lado (y vacíos detrás), dando por sentado, supongo, que coger botella es ser “dama de compañía”. Antes no sabía si era que les habían dicho que cómo siendo tan lindas, el novio las dejaba coger botella solitas, y ellas decían que no, que no tenían novio o que sí, mas no era celoso. Y él mirándola, que no, que no te puedo creer. Y ella sonriendo, ah bueno, allá tú... Ambos aprovechándose: él, para acosarla; ella, para llegar.
No sé si nunca fue así o fue peor: féminas que entendieron que montarse en un carro es montarse, de paso, en patrones machistas que de tan arraigados parecen normales. O quizás no ha sido nada de lo anterior y culpe solo al cansancio de tantas horas en la carretera que me hacen filosofar y dudar.
La última vez que dudé era yo la muchacha de al lado, en un Mercedes, carro de lujo conducido por un hombre bello (casi más que el Mercedes) en apariencia y en decencia; un hombre de:
—Buenos días.
—Buenos días.
—Muchas gracias.
—Por nada.
—Es muy amable.
— Es un placer.
—Que tenga buenos días.
—Lo propio.
No me había avergonzado mi asombro hasta que hice el cuento —feliz de que hubiese gente así sin hacer gala de su condición de macho en poder— y una de mis conocidas de carretera me soltó “pues, ese tiene que ser gay”. Ella tampoco cree que en la botella me recogió un hombre y nos enamoramos mientras hablaba de la Ley de la mano derecha, de electricidad… “Ná, tú tienes que estar más loca que él, me la corto”, dijo, y volví a poncharme en esta asignatura que, lamentablemente, tengo que seguir arrastrando.
brmh
Que pena , una prosefional como usted , ni una moto .
En Cuba el problema del transporte privado es una pena , que neustro país , exige indicadores del primer mundo en salud y Educación y en Transporte , está muy lejos de que haya equida .
Este tema es vergonsozo , pero muy cierto ...siempre el bloqueo , combustible , ahora no s epuede etc ,,,,muchos epitetos , pero en la concreta los cubanos estamos litados en poder adquirir un transporte con nuestro esfuerzo laboral ....En esto estamos muy lejos, en equidad y calidad de vida , lo que llamamos FELICIDAD .
Prof Ernesto René Salcedo R .
1. Cuando viajan con personal están prestando servicio y no tienen permitido recoger a personal ajeno a la Empresa, pues lamentablemente en otras ocasiones por ser condescendiente se ha recogido a personal de la calle y abordo de nuestros omnibus han ocurrido riñas entre las personas que se recogen en la carrtera con los trabajadores nuestros, en otras ocasiones hasta se les ha robado las pertenencias a nuestros trabajadores, por ser sensibles precisamente en ayudar a las personas, y muchos no entienden y siguen sin entender el por qué no paran las guaguas de la UCM.
2. Si un omnibus de la UCM viajando vacío, sin prestarle servicio a los trabajadores, no recoge personal, pueden denunciarlo en nuestro Puesto de Mando llamando al teléfono 33-30-8332, pues está establecido que cuando viajen de esa manera si tienen la obligación de recoger y transportar a las personas, no se puede cobrar y el chofer que viole esta medida, pueden fijarse que todos nuestros omnibus tienen números indicativos, en los laterales y en la parte trasera. Saludos
brmh
Hoy 17/05/2019 a las 8:32AM una guagua de la UCM azul con el rótulo 010 en la parte trasera viajaba VACIA en dirección a ceballos por esa carretera y en el entronque del poblado de "Santo tomás" se detuvo a recoger un policia que hizo señas mientras dejaba literalmente "BOTADOS" al resto de las personas que se acercaron desde el entronque y la parada para pedir que los adelantara hasta el poblado de Ceballos.
Por cosas de la vida a los poco minutos apareció otro omnibus de los rojos del Cayo y aún cuando venía bastante cargardo, recogió a todas las personas que allí se encontraban.
La conciencia humana es tan subjetiva que para resolver nuestros problemas creo que mejor debemos apelar a la fiscalización y el control de los recursos del estado, no les parece?
Desde choferes racistas, resabiosos, aduladores, hasta amables y excelentes, en apariencia y en decencia, como dices tú, y con casos como los últimos, he viajado en reiteradas ocasiones que actualmente mantenemos vínculos de amistad.
También coincido con algunos de los comentaristas anteriores, muchos de esos choferes que no recogen a nadie, trabajan en el PCC, el Gobierno, la UCM, Gaviota, MINTUR, en la Contraloría General, en la fiscalía, en Salud Pública…por no puedo obviar a los particulares, pero ellos sí tienen el derecho de recogerte o no porque los carros les pertenecen.
Ya no me enfado, pero antes, cuando me pasaban esas cosas indeseables, me indignaba y deseaba ser doctora cirujana, para encontrarme a uno de ellos en el salón de operaciones, dependiendo de mí para salvarse la vida. Mi mayor y amarga experiencia, fue esta:
Conozco a cierto chofer que era de mi municipio Bolivia, y trabajaba en FINTUR, y todos los días viajaba hasta Ciego de Ávila. En mi botelleo, coincidía con él en el horario de la mañana y en la tarde, él viajaba solo, y a veces yo estaba sola, y nunca me recogía, a pesar de que éramos coterráneos. Aunque él sigue manejando el mismo carro y me sigue dejando botada, nunca tuve la paciencia de anotar su chapa pero hace poco, en un gesto de cortesía, me lo presentaron delante de sus compañeros de trabajo y le hice saber que no necesitaba su saludo, sino que me recogiera y nunca lo hizo durante los seis años que viajé hacia el Periódico Invasor. Me dijo: eres la única que dice eso de mí. Entonces, le puse ejemplos de todos los días y horarios en que eso sucedía, y apelé a un viejo refrán: "marineros somos y en el mar andamos", si no me quieres recoger, no lo hagas, no importa. Se puso colorado, calló y me dio la espalda, ni siquiera se disculpó. Pero no hay nada mejor que un día tras otro, esa es la verdadera venganza contra la maldad. Disculpa la extensión, pero como dice la llama que llama: TENÍA QUE HACERLO... Salu2.
A Delicia le agradezco su " desquite". Ojalá que aquella "vieja" costumbre de los amarillos, de tomar la chapa y publicarla en los medios de prensa se retomara, aunque sospecho que los que así actúan poco les importa un regaño público.
De cualquier modo, al menos en el caso de las guaguas de la UCM ya sabemos qué hacer.
Un saludo a todos. Gracias por comentar.