Que un tercio de la población cubana abandone la edad económicamente activa implica complejidades para el desarrollo socioeconómico de la nación. ¿Cuáles? ¿Cómo respondemos a ese desafío?
La cuestión no es que en el futuro inmediato digan que somos un país de viejos, porque eso, en sí mismo, no es un problema. Significaría, entre otras cosas, que aquí se puede envejecer y pasar de los 60, 70, 80 con relativa naturalidad. Los más entusiastas dirían que hasta 120. El problema es y será cómo garantizar una vejez digna; cómo propiciar los cambios socioeconómicos y culturales para asumir los años altos sin traumas ni limitaciones.
En 2018 el 20 por ciento de la población cubana clasificaba como adulta mayor, tras haber cruzado el umbral de las seis décadas de vida. Pero en 2050, en poco más de 25 años, 36 de cada 100 personas estarán a las puertas de la jubilación. Eso nos situará como uno de los países más envejecidos, ya no de nuestra área geográfica, sino del mundo.
Que un tercio de la población abandone la edad económicamente activa implica complejidades para el desarrollo socioeconómico de la nación, con mayor relevancia, incluso, en los ámbitos provincial y municipal.
A estas horas las autoridades de Florencia, por ejemplo, deberían estar diseñando alternativas de empleo acordes a las capacidades de los adultos mayores en un territorio cuya principal fuente de desarrollo es la agricultura y que se encuentra entre los 10 municipios más envejecidos del país.
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Los retos también se extienden al sistema de salud pues, aunque la esperanza de vida al nacer, en Cuba, rebasa los 76 años, en el caso de los hombres, y los 80 en las mujeres, no todos los ancianos envejecen igual y es impostergable preparar servicios que contemplen los múltiples escenarios, desde las enfermedades mentales hasta los padecimientos crónicos o la discapacidad física.
Una buena parte de la población no entendió ni concordó con el aumento de la edad de jubilación implementado por la Ley 105 de Seguridad Social hace ya una década. Elevar de 55 a 60 años en el caso de las féminas, y de 60 a 65 los hombres, con 30 años de servicio, no fue un capricho ni una invención cubana, sino una respuesta en avance a lo que vendría.
Si hoy, con el 20 por ciento de la población jubilada o por jubilarse, las pensiones alcanzan el 90 por ciento de un salario que, en su momento, tampoco fue suficiente, es en gran medida porque se trató de mantener un equilibrio entre quienes arribaban a la edad laboral (y por tanto comenzaban a aportar al desarrollo socioeconómico nacional) y quienes se retiraban. Romper ese frágil equilibrio, en las condiciones actuales del país, solo traería más insatisfacciones con el poder adquisitivo de la remuneración salarial y las pensiones.
No obstante, como mandato constitucional de la Carta Magna que será sometida a referendo este 24 de febrero, el artículo 88 del Capítulo III. Las Familias establece que “el Estado, la sociedad y las familias, en lo que a cada uno corresponde, tienen la obligación de proteger, asistir y facilitar las condiciones para satisfacer las necesidades y elevar la calidad de vida de las personas adultas mayores. De igual forma, respetar su autodeterminación, garantizar el ejercicio pleno de sus derechos y promover su integración y participación social”.
Aunque no lo diga el enunciado, otras leyes complementarias y políticas públicas deberán regular cómo estos tres actores, Estado, sociedad y familias, cumplirán con el deber de cuidar a sus adultos mayores sin menoscabo de sus derechos e integridad. Hoy, mal que nos pese, la falta de este tipo de obligatoriedades, en ocasiones, nos devuelve un panorama de desamparo; desde deambulantes ancianos, maltrato intrafamiliar y abandono.
Ese cuidado, por tanto, pasa por la elevación de la calidad de vida (no únicamente en la tercera edad, desde antes, para envejecer con salud), la creación de servicios especializados y el cambio cultural que ponga a los adultos mayores no como una carga para el resto, sino como una fuente de experiencias útiles, aprovechables. Créame, como dice Calviño, que vale la pena, porque si algo tenemos seguro es la vejez.
ademas tenemos una de la Leyes mas Fuertes para dar la RESIDENCIA a personas nacidas en otros paises, si ABRIERAMOS esa puerta y el ESTADO les vendiera Casas, matariamos varios pajaros de un TIRO.
OTRA cuestio es que se ABUSA del ABORTO.
saludos, hay que ESCRIBIR sobre la nesecidad de un lugar donde se ATIENDAN a los deambulantes , hay muchas provincia que lo tienen.
brmh
si soy IRONICO, es algo aprendido y ya esta en mi subconciente.
disculpame Vasilymp, pero solo somos conocidos y muchas gracias
ahh, y una vez personalmente y otra en facebook, me digiste que era yo un trolls y NO es cierto,en eso no tienes razon
brmh.
este sera el ultimo comentario que utilizare mayusculas,gracias.
brmh
La chequera es cierto que no alcanza, pero no porque sea el 90 por ciento del promedio de los mejores salarios de los últimos 15 años de vida laboral (habría que revisar qué montos se erogan en otros países), sino porque el poder adquisitivo de ese dinero es bajísimo. Lo que dices de aumentarla en proporción al salario medio es un contrasentido, en tanto si crece el salario, al final de los 30 años de servicio por lógica la pensión será mayor. Recientemente se aumentó algunos pesitos a las chequeras que estaban en el mínimo. Aumentarlas de un tirón no resolvería nada, porque luego subirían los precios y estaríamos en el mismo lugar, con más inflación y dinero circulando. El problema de la reforma salarial en Cuba es complejísimo y yo no tengo todos los argumentos.
El tema de la residencia a ciudadanos no cubanos lo desconozco.
Lo del aborto, tienes toda la razón, no recuerdo si hace poco se trató el tema aquí mismo en invasor.
Por último, el asunto deambulantes se ha tratado en nuestras páginas, aunque coincido en que deberíamos volver sobre esa problemática.
Un saludo y gracias por tus comentarios.
soy de la opinion que la juvilacion de los hombres y mujeres debiera ser a los 60 años , un dato que tu conoces las mujeres duran mas que lo hombres y cada dia mas los hombres en Cubita la Bella realizan las mismas funciones en un hogar que las mujeres.un saludo
y me gusto ademas la foto
Excelente tú trabajo periodístico .
Uno de los aspectos que despúes de aprobada la Nueva Constitución , debe ser el cuerpo de leyes que normarán algunos aspectos de el grupo de la tercera edad ..
Uno de los aspectos que daña a la tercera edad , es que la mayoría de esas personsas , no cuentan con ahorros financieros, que les perimta llevar una vida decente y tienen que continuar su labor en otros modalidades , sino llevan una vida muy apretada en lo económico , quiero decir el trabajko de tantos años , no le permite acumular nada finacieramente , por eso son expeustos a varios riesgos , en sus familias y sociedad .
Hay que exponer las cuestiones de la vida como son , sin adornos de ninguna de ninguna indole .El dinero no le alcanza , ni para ir de viaje a otra provincia .
Prof Ernesto René Salcedo R.
brmh
Me alegro tú premio a tú obra , con el mayor deseo que alcances muchos más , se que trabajas con amor a tú profesión , recuerdo cuando llegastes a Invasor .
FELICIDADES , que la salud y el bienestar sea para tí y familia .
Prof Ernesto René Salcedo R .