Dentro de un par de meses, quizás poco más, la historia se va a repetir. Comenzará por las redes sociales de Internet, donde uno o más usuarios van a publicar fotos del lago artificial La Turbina cubierto de malangueta. Habrá quien ironice poéticamente con esa alfombra indeseada que, si llueve con viento, se romperá y se convertirá en archipiélago, islas flotantes, náufragas.
Otros irán a ponerle sal a la llaga y dirán que la pobre y demorada gestión de los responsables deja que el problema crezca y crezca, y, para cuando aparezca la solución, todo se habrá multiplicado exponencialmente: las manos para arrancarla de raíz, los equipos para ponerla encima de los camiones, los camiones y las carretas, el combustible, el costo total de esa operación… todo.
Hay evidencias de esto que apunto. Post de usuarios y periodistas en abril y agosto de 2018; abril, agosto y octubre de 2019; enero, agosto y septiembre de 2021; septiembre de 2022, por no ir más lejos. Los escribanos de la historia sin fin de la malangueta han estado ahí desde el principio y volverán a la carga, en cualquier momento.
Cada relato, sin embargo, tiene sus orígenes y el del problema ambiental en el cual se ha convertido la reproducción descontrolada de la Eichhornia crassipes (Jacinto de agua, Malangueta o Camalote) puede circunscribirse a un par de factores: sus características vegetales y adaptativas, y la ausencia de un enfoque integral en su manejo.
Invasora y difícil
De acuerdo con la Lista nacional de plantas invasoras y potencialmente invasoras en la República de Cuba. 2015, confeccionada y actualizada por investigadores del Jardín Botánico Nacional, la malangueta está considerada una de las 100 especies más nocivas y de mayor preocupación para los ecosistemas cubanos, porque es prácticamente imposible de erradicar. Originaria de Brasil, la planta acuática se ha esparcido por el mundo y son abundantes los reportes de prensa y los artículos científicos sobre sus impactos ambientales y económicos.
• Listamos aquí algunos textos consultados
La flor violeta que lo arrasa todo
El jacinto de agua inunda el Yayabo
En condiciones óptimas, explica la bibliografía consultada, puede duplicar la superficie que ocupa cada cinco días, de ahí que, en grandes espejos de agua, canales o ríos, no haga falta mucho tiempo para que asemeje un tapiz verde con flores violetas o azuladas. En el momento de la floración resultaría hasta bonito el paisaje, pero la procesión va por dentro; mejor dicho, por debajo.
Si bien la malangueta tiene la capacidad de filtrar el agua en lugares contaminados, cuando se desarrolla de manera excesiva provoca una disminución en la penetración de la luz, lo cual impide el desarrollo y crecimiento del fitoplancton. La ausencia de este, a su vez, reduce la densidad poblacional de zooplancton y se afecta la cadena alimenticia, al tiempo que disminuye considerablemente la concentración de oxígeno y el aumento de cianobacterias.
Por tanto, no estamos hablando de un problema del que podríamos despreocuparnos. Primero, porque esas denominadas condiciones óptimas están: cuerpos de agua cargados de nitrógeno, fósforo y exceso de nutrientes, resultado, entre otros factores, del vertimiento de aguas residuales a ríos, canales o La Turbina. ¿Se conoce cuántos asentamientos poblacionales y entidades descargan a estos sistemas pluviales sus desechos? La búsqueda de esa contestación podría ser un excelente comienzo.
Y segundo, porque su manejo manual, mecánico o químico no es sencillo ni barato. No solo lo asegura la experiencia cubana o avileña, sino la internacional. Al tener un 90 por ciento de líquido en sus tallos, la malangueta se torna muy pesada a la hora de extraerla y acarrearla. La conclusión a la que han llegado en otras latitudes es que el control mecánico puede no ser rentable para grandes áreas cuando se requieren costosos equipos de corte o dragado. Del control químico no hablaremos por razones obvias.
Una vez más los trabajadores de servicios comunales se afanan en la limpieza de la malangueta que se reproduce...
Posted by Dirección Provincial de Servicios Comunales de Ciego de Ávila on Saturday, October 23, 2021
• Otra lista de bibliografía que aborda el manejo de esta planta
Entonces, ¿apostamos para ver cuándo se cubre otra vez La Turbina o exploramos posibles soluciones? Este periódico hará lo segundo.
Pero valiosa y versátil
Algunas respuestas las tiene en Barranca, comunidad rural distante seis kilómetros del municipio cabecera de Las Tunas, Moraima Martínez Reynaldo. Esta mujer, enfermera de profesión, delgada y de manos hábiles, lleva 20 años tejiendo tallos secos y haciendo maravillas, y poco más de un lustro liderando un proyecto económico de mujeres artesanas. Copomalangueta, así se llama el emprendimiento, remite a la simbiosis de una cooperativa y la planta que le da sustento. Una no existe sin la otra.
Rey LópezMoraima lidera a unas 30 tejedoras en su comunidad tunera, insertada en la CCS Josué País
“Se ha generado un encadenamiento, entre los que recolectan las plantas y nosotras que las ponemos a secar (unos 15 días, aproximadamente) y tejemos cualquier cosa: sombreros, cestas, accesorios, carteras…”, explica Moraima y abunda en los beneficios para todos. “En una exposición reciente presenté 105 productos distintos, ¡imagínese la versatilidad de esa fibra!”.
• Sobre el manejo del Jacinto de Agua en la comunidad rural Barranca puede leer aquí
La experticia de la tunera la ha llevado a impartir talleres internacionales en República Dominicana y Colombia a más de 400 personas y lo primero que me dice es que, si aquí están interesados, ella viene y enseña. Lo más probable es que en la Empresa Municipal de Producciones Varias de Ciego de Ávila le tomen la palabra.
• De la cooperación de Moraima con República Dominicana es resultado el proyecto Lilas de agua, promovido por la vicepresidencia de ese país
Su director, Carlos Alberto Pérez Figueroa, observa en mi teléfono las imágenes enviadas por Moraima y empieza a mirar al futuro. Junto a Adrián Mantilla Ramos, Comercial, y José Antonio Whitaker Haywood, Técnico de Producción, piensa en voz alta en cómo aprovechar las capacidades instaladas y darle uso a una materia prima que aquí se bota.
La última extracción de malangueta le ha costado al territorio varios días de trabajo, con 30 viajes diarios y “queda bastante por sacar”, al decir de Luis Alberto Pérez Olivares, director provincial de Comunales. Toda esa materia orgánica fue a parar al vertedero; ni siquiera servirá de alimento animal o compost, otros usos comprobados de la polémica planta.
Comenzó la limpieza de la malangueta que casi cubre el lago del parque de la ciudad. Ardua labor.
Posted by Osvaldo Gutierrez Gomez on Friday, September 23, 2022
Un estudio conjunto entre investigadores de Las Tunas y Granma, en 2005, determinó que el Jacinto de agua puede utilizarse en la alimentación de cerdos en ceba con buenos resultados (empleando los tallos recién cortados o ensilados), mientras que la empresa Biofit, produce desde 2018 piensos orgánicos en Kenia (con la fibra hervida al vapor, secada, triturada y fermentada), gracias a que el Lago Victoria produce al año ¡400 000 toneladas de la planta!
• Explore con nosotros otros usos de la malangueta
Aprovechamiento del Jacinto de Agua (Eichhornia crassipes) para la síntesis de carboximetilcelulosa
Algunos aspectos del valor nutritivo del Jacinto de agua (Eichhornia Crassipies) en cerdo
Pero volviendo a las caras de asombro de los directivos de Producciones Varias, hay razones para creer que, en lo adelante, la malangueta avileña terminará convertida en objetos utilitarios de alta demanda, con costos mínimos de producción. Tiene que serlo pues, por esas ironías inexplicables de la vida, el único taller avileño que emplea la fibra en una decena de productos (de los cuales la mayoría no se fabrica a falta de otros insumos), hoy no tiene materia prima. En teoría, después de la indagación para este artículo periodístico, los encadenamientos al interior de la entidad empezarán a moverse.
SayliEl especialista Comercial Adrián Mantilla muestra una esterilla fabricada en talleres de Producciones Varias
De la alta demanda, que podría parecer incierta, da fe Sasha Deus, trabajadora por cuenta propia y propietaria de Casa5ta, en Playa, La Habana. El suyo es un emprendimiento que comercializa artesanías variadas, entre ellas las producidas a base de fibra de Jacinto de agua o plátano. En su experiencia de ventas, los cestos, cajas organizadoras y lámparas hechos con estos materiales son los que más gustan y, confiesa, son caros. “De hecho, son los únicos que vendemos por catálogo y a pedido del cliente”, especifica.
Casa5ta es, digamos, la última milla. Antes, esa malangueta fue cortada por campesinos residentes cerca de presas y ríos en otros municipios, y comprada por el proyecto Con las manos, liderado por Ana María Padrón de Paula y su esposo. A ellos la COVID-19 les cercenó el sustento, cuando sus potenciales clientes como decoradores de interiores y ambientes, también vieron detenidas sus empresas.
Ana María, sin embargo y a la distancia, parece una mujer que no cree en tiempo muerto. “No podía creer”, insiste. Empezó a buscar información en cómo trabajar con una materia prima estable y asequible, y terminó logrando un catálogo de productos vistosos, fashion y utilitarios. Reitera lo dicho por Sasha, no son baratos, a pesar de que trabajan con materiales reciclados, dígase recortería de madera y alambrón, poliespuma o neumáticos viejos.
Tomada del Instagram del proyectoAlgunos de los productos de Con las manos que comercializa Casa5ta, en La Habana
Sus modos de hacer no son iguales a los de Moraima ni a las prácticas de la empresa avileña, lo cual habla a favor de que no hay un solo camino. Donde sí coinciden todos es en que la historia sin fin de la malangueta no tiene por qué ser la de un problema cíclico, sino la de una oportunidad interminable.
* Agradecimientos a Zucel de la Peña, periodista de Las Tunas, por su colaboración en este reportaje.
Excelentes soluciones la que narra el artículo.
brmh