Tigres con el agua al cuello

Escribo estas líneas horas antes del partido que sostendrá Ciego de Ávila, en el estadio José Ramón Cepero, ante Industriales y no puedo menos que preguntarme, ¿qué sucedió con Los Tigres en esta recta final de la LVIII Serie Nacional de Béisbol que acumulan ya cinco derrotas en línea recta, las tres últimas ante Las Tunas?

La respuesta no es difícil de encontrar. Si, casi desde la arrancada, los avileños se mantuvieron en los primeros puestos, no fue, precisamente, por su ofensiva, y sí por un pitcheo abridor que se echó el equipo encima.

Lo realizado por Vladimir García, Yander Guevara, Maikel Folch y Dachel Duquesne es digno de todos los elogios. Basta decir que, en los primeros 30 partidos, sumaron 18 victorias y su Promedio de Carreras Limpias (PCL) llegó a estar por debajo de tres anotaciones.

Durante esos dos primeros tercios, el ataque de los tres veces campeones nacionales se mostró bien por debajo de sus posibilidades. Pero ese cuerpo de abridores estuvo inmenso, aun cuando en los análisis de pre-temporada había sus dudas acerca de lo que podrían hacer Folch y Yander, por el tiempo que ambos estuvieron fuera del box.

En sus últimas presentaciones, estos dos tiradores no han estado bien, ni tampoco Dachel, a lo que se suma que Vladimir García está lesionado y es probable que no pueda lanzar tampoco ante Los Azules.

Y a poco puede aspirar un conjunto que promedie colectivamente 261, en una justa en la que la media general es de 280, y que tres de sus principales exponentes: Osvaldo Vázquez (237), Yoelvis Fiss (241) y Raúl González (260) estén tan distantes a sus historiales con el madero.

A lo anterior, agréguese que Rubén Valdés, de tan destacada labor en la primera parte, ha caído en un prolongado slump y descendió de la marca de 300. De la alineación regular solo escapan del mal momento Humberto Morales (333) y Abdel Cívil (313). El incorporado Yorbis Borroto promedia 344, pero con pocas veces al bate.

Tampoco la escuadra ha tenido una defensa para elogiar, pues el 972 puede considerarse mediocre, si tenemos en cuenta su nivel histórico. Por ejemplo, ha fabricado 46 matanzas dobles, inferior al resultado de ocho equipos, y a los receptores le han robado 17 bases y solo han prendido a nueve.

Lo cierto es que, de no producirse una reacción en los tres partidos que le restan, el equipo que tantas alegrías le ha dado en los últimos años a los avileños, podría, como en la anterior temporada, quedarse fuera de los privilegiados seis que asistan a la segunda fase. Sería una lástima. Y más aún si sabemos que esta provincia ya fue seleccionada sede del venidero Juego de las Estrellas. Nada, que aunque por estos días pocos avileños tienen deseos de cantar, no vendría mal tararear: La vida te da sorpresas… ¡Sorpresas te da el béisbol!