A pocos sorprendió la goleada que el pasado sábado encajó el once de Ciego de Ávila (0-4) ante Santiago de Cuba, líder del Torneo de Apertura de la 106 Liga Cubana de Fútbol, en la zona oriental, y que ganó el derecho de discutir el cetro cubano ante Artemisa, que comanda la llave occidental.
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De los problemas que tendrían Los Tiburones para hacer goles en la contienda ya se sabía antes de la competencia, pero no se esperaba que su zaga fuera una de las que menos protegiera el arco. Han sido 21 las perforaciones que han visto sus porteros.
Es significativo que en la anterior temporada los avileños destacaron por su hermético juego defensivo. Es más, si tuviera que tomar partido en las líneas de entrenamiento del equipo para la próxima temporada, mi énfasis principal no sería buscar un mejor ataque, sino una mejor defensa.
Y es que los goles, en un gran por ciento de veces, se fabrican por la habilidad de un jugador, en tanto la línea de defensa merece largas y continuas jornadas de preparación. No se hace un delantero de “ahora para ahorita”, pero los sistemas defensivos sí pueden fortalecerse en solo meses.
Dejemos a los técnicos que hagan sus valoraciones y ejecuten los planes estratégicos y tácticos para soñar con unos Tiburones que de nuevo den alegría a sus parciales. Entrenadores y técnicos saben que se puede.