En el comentario del pasado martes traté el tema de la posibilidad de una encuesta acerca de la labor de Ciego de Ávila en la 61 Serie Nacional de Béisbol y hoy les repito el ejemplo.
Si unas horas antes del inicio de la subserie con Holguín se hubiera llevado a cabo una encuesta para saber el grado de satisfacción de la afición avileña, con respecto a los primeros juegos de Los Tigres en la 61 Serie Nacional de Béisbol, a no dudarlo la aprobación rebasaría el 90 por ciento. Pero ahora, tres juegos después, ya no es lo mismo.
La respuesta del porqué una evaluación de la labor de un equipo puede cambiar en solo horas, creo que puede encontrarse si al unísono lo hacemos con el estribillo de la canción del dúo cubano Buena Fe cuando pregunta “será que el béisbol se parece a la vida…”
Pues sí. Nuestro pasatiempo nacional se parece mucho a la vida. A esta última suele evaluársele según los colores que muestre cada día. A los que critiquen tal proceder de calificación, solo le responderé con una verdad tan sencilla, como lógica. Así es la vida. Así es el béisbol.
Claro que los filósofos lo verían distinto, por eso ahora me pongo el traje de “filósofo del béisbol” para escribir de Los Tigres y su arrancada en esta justa. Y les adelanto que le daría un Bien con asterisco.
Y es que en verdad no me parece justo descalificar a un conjunto que en 18 salidas sume ya 10 victorias y que, por demás, nunca fue dado por los especialistas como favorito ni mucho menos. Por el momento, incluso, aparece entre los ocho primeros en la tabla de posiciones.
De manera general, vuelve a ser el pitcheo el punto neurálgico del elenco, sobre todo el de relevo, que en algunos partidos muestra credenciales y en otros deja mucho que desear. Los números no mienten, porque a los apagafuegos avileños los bateadores rivales les promedian 311 y les fabrican seis anotaciones por cada nueve entradas.
Otro detalle negativo, y que tendrá que mejorar Ciego de Ávila para aspirar a estar en la postemporada, es su defensa en los jardines, porque de los 16 errores que acumula, 10 corresponden a sus guardabosques.
La ofensiva no es de las más brillantes en el torneo, pero aparece situada en la media del campeonato, en comparación con las restantes 15 escuadras, con average colectivo de 289. Dos de sus principales hombres, Yorbis Borroto (276) y Raúl González (288), aún no producen lo que de ellos se espera, aunque deben hacerlo en la medida en que avance el calendario.
No es que este equipo enamore a primera vista, lo cierto es que en sus filas despuntan varias figuras que pudieran dar de qué hablar en la pelota cubana, desde los tres guardabosques regulares—Labrada, Liosvany y Yuddiel— hasta los tiradores Yosvani Ávalos, Yadier Batista y Leonardo Reyes, por solo mencionar estos casos.
En lo que al redactor concierne, no es de su preferencia ser categórico, si de comentar se trata, con la simple muestra de un pequeño segmento del calendario. Aún queda mucho por andar… y decir en la contienda beisbolera.