Hermanos de sangre y vocación

Durante la visita de la Compañía Rosario Cárdenas a Ciego de Ávila, descubrimos a dos bailarines avileños en el elenco. Esta es la historia “apurada” de Yaddiel y Yariel

Si las cábalas se dieran, Yaddiel y Yariel Espinosa Carvajal hubiesen sido cualquier cosa menos bailarines, a juzgar por la distancia que separa a la escuela elemental de arte Ñola Sahig Saínz de Ranchuelo, donde ni siquiera hay Casa de Cultura, y lo más común para un niño de 11 años es montar a caballo o caminar las fértiles tierras que rodean al pueblito, sembradas de punta a cabo.

Pero ellos no solo serían jimaguas inseparables, tanto que a donde va uno va el otro, sino que tendrían demasiado espíritu como para conformarse. Fueron peloteros, ciclistas, practicaron artes marciales, y con la promotora del lugar encontraron el gusto por bailar y cantar lo mismo en un coro que en una comparsa. No había una actividad, peña, encuentro o matutino en el que ellos no subieran al escenario y se dejaran llevar por la magia de los aplausos.

Así los sorprendieron las captaciones para la escuela elemental de arte, y las referencias de otro muchacho que desde el quinto grado estudiaba música e iba de Ranchuelo a Ciego de Ávila, semana tras semana, terminaron por confirmarles que aquello era un sueño alcanzable.

Con la determinación que puede aupar a dos niños, asumieron las pruebas de elasticidad, flexibilidad, ritmo y capacidad de creación durante las audiciones, de las que salieron victoriosos, pero con el hándicap de que uno tenía mejores condiciones físicas que el otro. Entonces, la filosofía materna de que “bailaría solo si era capaz” quiso imponerse, aunque terminó sosegándose con eso de que el esfuerzo y la práctica, también, hacen artistas y que era más saludable dejar a los dos hermanos juntos.

Al final, no se equivocaron. Día tras días la técnica fue perfilándose y ellos bailando a plenitud. De esa época los nombres vienen en ristre: Yunia, Lianet, Raudel, Nancy… y el resto del claustro de esta escuela, que llegó a ser su segunda casa y el sitio donde moldearon sus ganas.

Tampoco olvidan las largas jornadas de preparación física, el practicar una y otra vez la coreografía hasta lograrla, las exigencias que más de una vez los “acongojaron”, las responsabilidades que llegan cuando se está lejos de casa, y el cuidado de la alimentación para mantener una figura esbelta, sin cambios bruscos de peso durante la adolescencia.

En 2010 llegan a Villa Clara y continúan su formación en el nivel medio, cumplen con el servicio militar obligatorio y, luego, se unen a la compañía Danza del Alma, dirigida por Ernesto Alejo. A esas alturas, estaba claro que no regresarían a Ciego de Ávila y que tampoco bailarían ritmos folclóricos, a pesar de haberse especializado, también, en este estilo.

danzaAlejandro García

“Los Jimaguas” es el alias con el que conocen a Yaddiel y Yariel en media Cuba, desde que su carrera comenzó hacerse notar sobre los escenarios. Bajo la dirección de Ernesto Alejo bailaron Dónde, del coreógrafo cubano-francés Nelson Reguera; Pared; Invitación al baile para hombres con deseos inconfesos y La espera.

El dúo Animalidad ganó el premio de Interpretación en el Concurso Nacional de Coreografía e Interpretación DanzanDos, en Matanzas, y en el Concurso de Danza y Gran Prix Vladimir Malakhov, en Holguín; piezas clásicas en el reportorio de esta compañía se alzaron con varios premios.

Cuando deciden probar suerte en La Habana ya tenían currículo y experiencia, además, la referencia de la maestra Rosario Cárdenas, Premio Nacional de Danza 2013, con quien habían compartido talleres y clases prácticas con anterioridad. No se les hizo audición ni estuvieron tiempo a prueba. Se integraron sin dilación al elenco.

Entonces comenzaron a escribir otra historia. Pasaron de Danza del Alma, una compañía solo de hombres donde trabajaban la fisicalidad del cuerpo humano con una técnica estricta, a descubrir la riqueza y flexibilidad de la técnica y el estilo combinatorio, fundado por la maestra Rosario.

Lea sobre la estancia de Rosario Cárdenas, Premio Nacional de Danza 2013, en Ciego de Ávila

Con Afrodita ¡Oh Espejo! viajaron a Chipre; La Gaviota ha sido un éxito bailado por primera vez fuera de La Habana en el mes de enero cuando la compañía visitó el terruño, y el dúo que interpretan en la obra Zona Cuerpo les ha valido vítores y aplausos.

Hay una fuerza interpretativa inmensa que los une y empuja sobre el escenario, gozan hasta la saciedad cada uno de sus movimientos y han encontrado en la paciencia y el trabajo duro las mejores recompensas. Hay, también, un parecido tremendo que el espectador alcanza a descubrir detrás del morbo que casi siempre despierta un beso en la boca entre hombres y un lazo de hermandad que perdura después de que baja el telón y se apagan las luces. La vida para ellos ha sido bailar y viceversa.

Reporte del cierre del evento Más allá de Todo__Danza Contemporánea por el periodista Henry Godínez para el Noticiero...

Posted by Ensemble on Sunday, January 30, 2022


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