El unipersonal tuvo su estreno en Ciego de Ávila y proponemos una mirada crítica
Parecía que 2022 cerraba el telón para las artes escénicas en la provincia, cuando el unipersonal En una gruta, con la dirección artística de Agustín de Quevedo y la dirección general de Oliver de Jesús, llegó al escenario de la Casa del Joven Creador ante los ojos atentos de un público numeroso que se agolpó desde temprano en las afueras.
Sin dudas, fue una sorpresa descubrir en el personaje protagónico a Marcos Etiam Carvajal, artista aficionado que desde hace meses trabaja junto a la compañía Teatro Primero y que, para su debut, no fue de menos a más, sino que entró por la puerta ancha interpretando a un hombre veleidoso y violento, que asume 11 roles en la escena e, incluso, canta en inglés.
#Ahora El unipersonal En una gruta, de la compañía Teatro Primero, se estrena hoy en #CiegodeAvila y la AHS Ciego de...
Posted by Periódico Invasor on Tuesday, December 20, 2022
Se trata de una obra con un texto denso y complejo, que aborda temas como la violencia de género, el feminicidio, la homosexualidad reprimida y el rechazo de una madre; todo esto aderezado con un ambiente entre grotesco y de ensoñación en el que la aparente locura del protagonista es la que da paso a cada uno de los puntos de giro en la trama, que permitieron valorar el fenómeno desde diversos “ángulos sociales”.
Así desfilaron, por ejemplo, una sexóloga con acento argentino, un periodista que habla inglés, la mujer abusada, otra mujer sumisa, un religioso, una madre que se suicida por no aceptar la orientación sexual de su hijo, y una “diva” de cabaret.
Este último pasaje es, en mi opinión, uno de los clímax de la propuesta que deja entrever las fantasías del protagonista. Con la entrada de la “diva” se rompe con el ritmo narrativo y el ambiente logrado hasta ese momento al introducirse la música, el baile y el color, lo cual no solo exigió el doble, sino que hizo evidente la necesidad de seguir ahondando en la interpretación.
El hogar fue representado, magistralmente, a partir del uso de las luces y de una escenografía minimalista que echó mano a lo que pudo y readecuó el espacio en la Casa del Joven Creador. Aparece como un sitio enrarecido, oscuro y regado, completando el sentido de que lo visto es la fantasía de un loco, una gruta, un hoyo profundo del que no hay salida.
Gritos, llanto, alaridos de dolor, cuestionamientos y las frases “superhombre” y “un macho de raza pura” se reiteraban en los parlamentos, lo cual profundizó en el dramatismo de las escenas y confirmó cuán hondo pueden calar los estereotipos de género y los roles sociales asignados a los hombres. De paso, tejían finas hebras comunes con la filosofía de Friedrich Nietzsche y el mito del superhombre, tan llevada y traída en la historia de la humanidad.
No hablamos de un producto acabado, más bien de una obra que se construye sobre la marcha. Así lo dejó claro tras el telón Marcos Etiam Carvajal: “es un texto intenso, que demanda una preparación física fuerte, pasamos más de un mes en trabajo de mesa, llegamos a 47 ensayos y todavía no estoy satisfecho. Siempre hay detalles que uno cree que pueden mejorarse”.
Cada uno de los roles femeninos asumidos fueron un reto
En la lista de pendientes podríamos anotar una caracterización más profunda de los personajes femeninos, sobre todo, en lo referido al uso de la voz, lo cual es un reto para el actor, que debe marcar diferencias en cada una de las transiciones, a partir de los cambios en el tono y la proyección.
Si bien la obra no tiene por qué dejar zanjados todos los conflictos y mucho menos ser, en esencia, aleccionadora, no basta con la representación de temas y conflictos asociados al género o las inequidades sociales, que todavía sesgan y limitan, para estar satisfechos. Faltan más personajes femeninos capaces de romper el ciclo de la violencia y de empoderarse para que, a la larga, En una gruta desmitifique conceptos, en lugar de revictimizar.