Para Guayza 20 años no son nada

20 años han sido suficientes para que Guayza saliera del pequeño taller donde en 2002 Maribel Torres, Esperanza Corrella y Frank Pérez soñaron el diseño de modas, hasta los grandes escenarios de Cuba y el mundo.

Así ha sido desde hace bastante tiempo y el sello de una marca de ropa muy cubana y auténtica se ha abierto paso, entremezclándose con el misticismo de un equipo que prefirió llamarse “Alma”, tal cual evoca el origen taíno de su nombre.

Con el ímpetu de siempre y con la capacidad de renovarse para sorprender al auditorio, llegaron al bulevar avileño con una muestra que miró en retrospectiva al acervo acumulado y, también, al futuro. Entonces, la celebración de su aniversario fue un espectáculo cultural en el que nada sobró o faltó, y que sirvió, además, para confirmar por qué sus prendas marcan la delantera cuando se habla de diseño de vestuario en el país.

#Ahora El aniversario 20 del grupo de moda Guayza se celebra a lo grande en el bulevar de #CiegodeAvila, con la...

Posted by Periódico Invasor on Saturday, July 23, 2022

Muchachos aficionados modelaron piezas de Colección a 10 manos, la cual fusiona la fotografía de Liliana Suárez Pena, la plástica de Nelson Domínguez, Premio Nacional de Artes Plásticas 2009, y los diseños de Yuli Rodríguez Casay.

La premura de los preparativos no empañó el resultado y Yuli reconoce que “la idea surgió en Morón en el mes de mayo, cuando ya la colección estaba realizada con 14 piezas. Luego añadimos siete, que fueron intervenidas por Liliana, una joven fotógrafa aficionada, pero con talento e ideas novedosas”.

Los diseños mostraron técnicas artesanales que ya distingue a Guayza como el deshilachado, el entintado y el entretejido, a los que sumaron los capitones; mientras que el lienzo y el hilo fueron tejidos recurrentes en los más de 30 conjuntos que deleitaron al público.

Frank Pérez “rehúye” de la palabra reto para contar; sin embargo, casi sin querer vuelve a ella, cuando intenta describir su obra, que va como en montaña rusa.

“Cada año Nelson nos pone la parada más alta, cuando creí que ya habíamos hecho todo, nos sorprende con la propuesta de llevar la fotografía a los diseños.

Las colecciones se hicieron muy rápido y fuimos cinco diseñadores creando sobre la misma línea. No quisimos quedarnos detrás e integramos en un bloque del desfile el capitoné, que no es otra cosa que la técnica de los cojines llevada al vestuario. Cada desfile nos obliga a superarnos y nos deja con nuevas ideas para emprender”.

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Hay otra satisfacción tremenda que los inunda, ahora que se permiten sopesar sus logros: diez años después Nelson Domínguez es tan amigo como compañero de equipo y vuelve, siempre, a Ciego de Ávila. De hecho, más de cien prendas llevan ya sus pinceladas.

El artista de la plática conversa en los mismos términos: “pensamos y discutimos todas las ideas. Sucede igual que con la pintura, al principio uno pinta de un modo, y luego lo hace de otro. Son diferentes maneras de hacer, una adición de presente, futuro y pasado. Ahora, por ejemplo, nos percatamos que sobre la tela sublimada no se podía pintar, porque es sintética. La experimentación es constante”.

Para cerrar con broche de oro, quedó inaugurada la exposición personal Dibujo sobre el lienzo, de Nelson Domínguez, de la cual ya pudo disfrutarse en la ciudad de Morón hace unas semanas atrás.

Se trata de bocetos y dibujos, de unos 50 por 70 centímetros, concebidos durante la pandemia, con un tono intimista y toques de sincretismo. “Muchas de las figuras representadas están en pose de plegaria o imploración, imagen que concuerda con el miedo de aquellos días”.

Cuando acabó la música y se apagaron las luces, una certeza gravitaba en el aire: Guayza no solo es un paradigma del buen vestir, sino un testimonio estético y renovador de cubanía. Alegría inmensa que siga irradiando desde aquí.

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