No queríamos esa medalla. Porque la de bronce presupone algún tropiezo y desde las gradas es muy fácil imaginar que los campeones solo ocupan la cima, el espacio inaccesible para el resto. Y porque, además, ya atesoraba una medalla del mismo color, ganada en Toronto, cuatro temporadas atrás.
Pero Yudaris Sánchez Rodríguez no estaba de paseo en Lima. Disputaba el título de los 68 kilogramos en el torneo de lucha libre para damas de los XVIII Juegos Deportivos Panamericanos.
Este viernes tuvo que estrenarse en el coliseo Miguel Grau ante la canadiense Olivia G. Di Bacco, experimentada gladiadora de 26 años, quinto lugar en el pasado Campeonato del Mundo, que había cedido ante la avileña en el Panamericano de Buenos Aires, el pasado mes de abril. La que entonces perdió, ahora se desquitaba en una decisión por puntos que le sonreía desde el tablero digital: 5x2.
Momento del combate ante la venezolana María Acosta
Todos los sueños de un montón de días y noches, y la fuerza física junto con la voluntad de vencer, pueden desplomarse en un instante, menos si se trata de una atleta que forja su ascenso sobre los colchones, día tras día.
Fue su temple el que hizo posible que la Campeona Mundial Sub 23 se empinara otra vez, para llevarse la medalla en el combate siguiente frente a la venezolana María Acosta, minutos antes de que la estadounidense Tamyra Mensah volviera a imponerse en la gran final en un torneo con presencia de la cubana.
Falta un año para los Juegos Olímpicos de Tokio, no es mucho tiempo el que resta para que Yudaris aspire a la Gloria, lo mismo que desean Tamyra y Olivia, pero quienes saben de tackles y volteos saben cuánto puede el ser humano, si anda vestido de suficientes motivaciones.
El venidero 15 de noviembre Yudaris cumplirá 22 años, cuatro menos que sus rivales norteñas. Otras, más o menos jóvenes que ella, pretenden lo mismo: reinar en la capital japonesa. Vestida de voluntad y sueños, Yudaris Sánchez Rodríguez reemprende el camino.
En el estrado de premiación, de izquierda a derecha Olivia, Tamyra, la mexicana Ambar Garnica y Yudaris