En esta sección se publicó Convivencia en armonía (28 de septiembre), escrito en el que Eugenia Gendis Rodríguez, vecina de la calle Ciego de Ávila, No. 71 A, entre Honorato del Castillo y Maceo, en la ciudad capital, transmitía su inconformidad —y la de sus vecinos— porque en la acera de enfrente a su casa, se habían abierto varios puntos de venta de alimentos que coexistían con el supiadero —creado allí mismo— para depositar los desechos sólidos.
Gendis Rodríguez manifestaba su preocupación, porque cuando el ciclo de recogida de los desechos se alargaba “y las personas depositan los desperdicios, los vendedores, los restos de las ventas y los envases, se acumulan —en el depósito— hasta animales muertos o excrementos que provocan una fetidez insoportable, agreden el medio ambiente y, además, a nuestras viviendas entran los indeseables animalitos.
Refería, además, en la misiva, haber hablado con el jefe de zona de Comunales, para acortar el ciclo de recogida, y que el mismo les decía que “ellos construyeron el supiadero antes de que se hicieran los quioscos, que, a quienes correspondió aprobarlos, debieron tenerlo en cuenta”.
Sin embargo, ella insistía en la necesidad de hacer más corto el ciclo de recogida, pues necesitaban “vivir sin los molestos olores o los estragos de las alimañas que habitan en esos lugares; y también que no se afecte el medio ambiente y, sobre todo, nuestra salud, al entrometerse los animales en los ‘timbiriches’”.
Y finalizaba diciendo: “No creemos que sea necesario el brote de alguna enfermedad para que se resuelva la incómoda situación. Si cada cual cumple con lo que le corresponde, se puede convivir con higiene y en armonía con el medio ambiente”.
Hoy ofrecemos la respuesta —bastante escueta, por cierto—, enviada por Inaudis Crespo Morales, director de Comunales en e l municipio de Ciego de Ávila.
El directivo refiere que: “Tiene a bien informar que ciertamente el supiadero fue construido antes que los quioscos, a solicitud de los electores de esa circunscripción y con la aprobación del Instituto Nacional de Ordenamiento Territorial y Urbanismo, no obstante, en estos momentos por el déficit de combustible existente en el país, no ha sido posible cumplir con el ciclo de recogida. Previo análisis con el jefe de la zona, se decidió en el consejo de dirección recogerlo una vez por semana en dependencia de la asignación del petróleo”.
A criterio de esta redactora, acordar algo que no se podrá cumplir, porque depende de recursos que, regularmente, no se tienen, es, de hecho, incumplir con lo acordado y, en este caso, como en muchos otros, se necesita, como alertó Manuel Marrero Cruz, miembro del Buró Político del Comité Central del Partido y Primer Ministro de la República de Cuba, en el pasado Consejo Extraordinario de Gobierno, efectuado el 1ro. de noviembre, “seguir haciendo cosas, seguir buscando soluciones, ir aliviando todas las problemáticas que está enfrentando el país.
“Todos esos problemas que son de la comunidad, tenemos que ir los cuadros a organizarlos, a ayudarlos, a que ellos den sus propias respuestas a esos planteamientos que hicieron”.