“Hoy en día (cobrar) se ha convertido en un dilema, en un maltrato a todas las personas que pasamos de los 60 años. Me baso en las largas colas que tenemos que hacer, sin condiciones, pues no hay dónde sentarse. Hay Bancos que no tienen ni portal y las personas estamos expuestas al sol, lo que nos causa, a muchos, agotamiento, fatiga o desmayos, como sucedió en días pasados, cuando un anciano cayó, en esas condiciones, y al acudir con él al Hospital tenía un preinfarto, que le provocó, aún hoy, el ingreso en la sala de Cardiología”. Así decía en la carta Josefa Valdés Morales, vecina de Libertad, No. 113, entre Maceo y Simón Reyes, en el municipio cabecera, que se publicó el pasado 5 de octubre bajo el título Desasosiegos y limitaciones
Agregaba, además, que “la situación se hace más compleja cuando logras entrar y entonces la cajera ‘cumpliendo con las indicaciones dadas’, muy amablemente, te dice, al ver el importe de lo que debes cobrar: ‘Solo podemos darle 2000.00 pesos’. Tenemos que respirar profundo y regresar al otro día, y al otro, y luego otra vez, a sufrir lo mismo, afectando al otro grupo que le corresponde cobrar”.
Cinco meses después, Kelly Pardillo Padilla, jefa del Departamento de Organización y Comunicación Institucional de la Dirección Provincial del Banco Popular de Ahorro (BPA), explica: “La dirección del BPA en la provincia conoce el déficit de efectivo existente, por tal motivo se han tomado varias estrategias, como que todo el efectivo que se recibe en las sucursales es para garantizar el pago de la Seguridad Social y otros servicios bancarios (…).
“Se garantiza el cobro total de las pensiones que corresponden al mes a cada jubilado, en todas las sucursales de la provincia; además, durante los días de pago, se les atiende con preferencia de 8:00 am a 11:00 am, dándole la prioridad que merece a este sector de la población.
“En nosotros siempre se encontrará la mayor disposición de escuchar y analizar las opiniones de nuestros clientes y la población en general sobre los servicios que prestamos”.
A criterio de esta redactora, hay muchos aspectos planteados en la carta de Valdés Morales que quedan sin respuesta y, al parecer, sin solución.
Por lo delicado y sensible del tema, se impone analizar con profundidad las situaciones que aún se presentan durante el tiempo de pago a los jubilados y, realizar acciones concretas, quizás con la colaboración de otras entidades, para darle definitiva solución a esta problemática.