Tomada de Portal CubarteVicentina Antuña, junto a personalidades de la cultura cubanaAcudir a una escuela bonita siempre es, cuanto menos, un placer. Pero lo más importante es que en esa escuela haya buenos maestros, educadores que formen, enseñen y eduquen.
Hoy, 1ro. de septiembre, cuando nos aprestamos para iniciar un nuevo ciclo lectivo, hablaré sobre la pedagoga, ensayista filósofa y política cubana Vicentina Antuña Tabío (1909-1993).
Vio la luz en Güines, en un ambiente familiar no solo de estrecheces, sino de personas que reaccionaban bien frente a los problemas de la vida social, por ello se le permitió, con solo 17 años, trasladarse a La Habana para estudiar, y allí se graduó en Pedagogía, Filosofía y Letras a los 22 años.
Sepan las amigas y amigos de la Gran Red de Redes que comenzó a trabajar como maestra en la Escuela Anexa de la Universidad de La Habana. Aspiró y obtuvo la cátedra auxiliar de Lengua y Literatura Latina en ese centro universitario.
Cumplió importantes y disímiles tareas en la Universidad: profesora de Lengua y Literatura Latina y Civilización Romana; directora de la Escuela de Letras y de Arte; jefa del Departamento Filológico, del que llegó a ser su directora; introductora de nuevas metodologías para la enseñanza de las Lenguas Clásicas, y miembro del Consejo Científico de la Universidad.
Sepan los amables internautas que Vicentina fue profesora de Lengua y Literatura Latinas e impartió Latín en la Facultad de Letras de la Universidad. Su sabiduría sobrepasaba los límites de la cátedra y, además del desarrollo de los programas a su cargo —como profesora y dirigente universitaria—, se encargaba, también, de la preparación y formación integral de los estudiantes.
Con ellos hacía largos recorridos y les inculcaba la rica tradición de la Universidad de La Habana, la única existente entonces en toda Cuba. Los enseñó a traducir e interpretar las simbólicas inscripciones impresas en las tarjas y fachadas o en la antigua institución.
Si de ella dependía, nadie se quedaba en el camino; así como zumba y suena. No hacía diferencia alguna entre los que la trataban y no desaprovechaba la oportunidad de enaltecer el trabajo de los que con ella colaboraban en las obras de asistencia social que realizaba entre sus vecinos más necesitados y con cuantos a ella se acercaban en busca de ayuda.
Dominaba las lenguas clásicas y la pedagogía de la lengua materna, ¡no lo dude!, se evidencia en los textos publicados a lo largo de su vida, por distintas editoriales, para asignaturas que abarcan diferentes disciplinas en la educación preescolar, primaria, secundaria básica, preuniversitaria, superior y especial, relacionadas con la formación y el perfeccionamiento del personal pedagógico.
Nacionalmente, Vicentina presidió la investigación sobre el español hablado en Cuba, desarrollada por numerosas instituciones y dirigida por el Instituto de Literatura y Lingüística, y las Facultades de Artes y Letras de las universidades del país.
Su quehacer profesional y político, no pasó despercibido y se reconoció como Maestra Destacada en el Primer Congreso Nacional de Educación y Cultura, Medalla de Oro de la Universidad de La Habana y Profesora Emérita de la Universidad de ese centro universitario.
Desde joven se integró a las luchas estudiantiles, fue una aliada firme del Ala Izquierda Estudiantil. Participó intensamente en la Asociación Protectora del Preso, de la Sección Cubana del Socorro Rojo Internacional y en la campaña a favor de la República española. Además luchó por el progreso y los derechos de la mujer.
El portal cubano Ecured recoge que tuvo a su cargo la dirección técnica de varios cursos en la Universidad Popular José Martí. Colaboró con el Movimiento 26 de Julio y fue fundadora y secretaria del Movimiento por la Paz.
Contaba 50 años de edad en enero de 1959 y atesoraba una vasta experiencia en el trabajo educativo y cultural. Sus convicciones revolucionarias, la madurez intelectual y política, y la línea de principios que mantuvo durante toda su vida, avalaron las misiones que la Revolución le confió y que cumplió con plena consagración.
De otra fuente extraigo que su magisterio alcanzó dimensión social; fue la primera directora de Cultura del naciente Ministerio de Educación, y gestó y fue la primera presidenta del Consejo Nacional de Cultura. Mientras, desempeñaba importantes funciones en otros organismos estatales vinculados con la cultura, las ciencias y la educación, además de sus cargos docentes.
Fue una de las primeras educadoras que alcanzó la condición de Heroína del Trabajo de la República de Cuba y recibió la más alta condecoración que concede el Estado cubano a personalidades relevantes nacionales y extranjeras, la Orden José Martí.
Presidió la Comisión Cubana de la Unesco y ostentó, en sus últimos años, la condición de profesora emérita de la bicentenaria Universidad de La Habana. Nada le impidió atender sus obligaciones en la Comisión Cubana de la Unesco, en su cátedra universitaria y en la Subcomisión de Español-Literatura de Ciencias Pedagógicas, incluso en sus últimos años de vida.
Sepan que alternaba su labor educativa y formadora con la de miembro del primer Consejo Nacional de la Federación de Mujeres Cubanas, e integró su Comité Nacional hasta su fallecimiento. Recibió la Orden Ana Betancourt que otorga esta organización y la Medalla XX Aniversario, concedida por el Consejo de Estado.
En una síntesis biográfica se refleja que siempre mantuvo un vínculo muy estrecho y cariñoso con Fidel, ejercía un sacerdocio cuando hablaba de él y cuando le trasmitía a la gente lo que pensaba del líder de la Revolución.
Su vasta obra educativa se refleja en varios libros de texto de su especialidad, lecciones, prólogos de obras, discursos y conferencias: Cuadernos de gramática latina, Roma y las letras latinas, Comedia latina, Historia de la literatura latina, desde los orígenes hasta el principado de Augusto, entre otros.
Conozcan los amables internautas que impartió cursos en la Universidad de Minessota, participó en el Congreso de Latín Vivo (en Aviñon, 1956) y el Congreso de Roma (1966), y representó a Cuba en una veintena de misiones en el extranjero.
Esta ilustre mujer presidió la Subcomisión de Español del Instituto Central de Ciencias Pedagógicas del Ministerio de Educación; contribuyó notablemente a la formación de varias generaciones de intelectuales y profesores de renombre, y a la pervivencia en Cuba de la tradición clásica grecolatina.
Sus aportes al perfeccionamiento de la enseñanza del latín mediante la adaptación de los métodos más modernos, son aún de gran utilidad.
Realizó importantes diseños curriculares para las asignaturas en las cuales era especialista, los que han quedado como referente para las presentes y futuras generaciones de profesores universitarios.
Los especialistas en la vida y obra de esta “Magistra” como la recuerdan los que fueron sus alumnos la consideran una promotora cultural, animadora tanto de tertulias y círculos estudiantiles como de importantes proyectos de difusión de las artes en la antigua Sociedad Lyceum, a cuya dirección perteneció.
Falleció a los 83 años, siendo miembro de honor de la Asociación de Pedagogos de Cuba.
Curiosidades
• Clive Staples Lewis, popularmente conocido como C. S. Lewis (1898-1963), un apologista cristiano anglicano, medievalista, y escritor británico, rubricó esta interesante sentencia: “La tarea del educador moderno no es talar selvas, sino regar desiertos”.
• En Rusia, los niños comienzan la escuela el día 1ro. de septiembre, que es el Día del Conocimiento, aunque pille en festivo o fin de semana.
• La capacidad de aprendizaje de un niño que se desarrolla al aire libre se desarrolla un 25 por ciento más que la de los niños que no lo hacen.
• Se utiliza el término de la “Escuela del Aire” para referirse a las escuelas pertenecientes a zonas aisladas de Australia, donde las clases se dan a través de la radio o Internet, ya que existe muy poca población y por ello no es factible la construcción de escuelas.
• Según Gustave Flaubert, escritor francés (1821-1880), “la vida debe ser una incesante educación”, porque nunca dejamos de aprender, aunque sea de forma indirecta.