• “La gente buena, si se piensa un poco en ello, ha sido siempre gente alegre”. Enjundiosa sentencia rubricada por el escritor y periodista Ernest Hemingway (1896–1961).
Estudiosos de su obra aseveran que, en un inicio, escribió novelas de acción muy realistas, por lo que fue catalogado en ese entonces como un maestro de la novela negra.
Su estilo fue conciso y directo, y evolucionó más adelante en un ideal de esfuerzo y sacrificio, que se aprecia en sus últimos libros, entre estos los titulados Hombres sin mujeres, El sol también sale y Muerte en la tarde.
De su autoría son también Por quién doblan las campañas, Adiós a las armas, Fiesta y Las verdes colinas de África. Por El viejo y el mar recibió el Premio Pulitzer. Como reconocimiento a su obra completa, Hemingway mereció, en 1954, el Premio Nóbel de Literatura.
• Sepa, amigo internauta, que en la antigua Babilonia era permitido a los hombres ofrecer a sus esposas como pago colateral por un préstamo.
• Durante la lectura de Las sagradas escrituras en los conventos, al referirse a San José, decían siempre Pater Putatibus, pero, al apocopar tal nombrecito, decidieron decir solo las iniciales, o sea: P.P. Así, explican los duchos en la materia el por qué a los José les nombran Pepe.
• Fidias fue el escultor más sobresaliente de la Antigua Grecia. Se le atribuye la autoría del Zeus Olímpico, la Atenea de Bronce y la Atenea del Partenón, templo, este último, cuya decoración fuera realizada por él.
• Eligio Sardiñas, más conocido como Kid Chocolate, fue el primer cubano que ganó un Campeonato Mundial de Boxeo.
• No lo olvide: la alabanza consiste en hablar bien de una persona o cosa, sin razón de ello. Mientras tanto, el elogio es una alabanza con justificados motivos.
• La locución Bis repetita placent significa Las cosas repetidas gustan.
Este es un aforismo que está inspirado en un verso del Arte Poética de Horacio, en el cual el poeta dice que existen obras que solo agradan una vez, mientras que otras, repetidas una decena de veces, agradarán siempre.