“No hay nada tan aterrador como alguien que sabe que tiene razón”, exquisita sentencia rubricada por el destacado científico inglés Michael Faraday (1791-1867), especializado en Física y Química y catalogado como uno de los principales hombres de ciencia del siglo XIX.
Fue el cuarto hijo de un herrero. Se conoce que Michael, en sus años mozos, laboró en el rol de ayudante-aprendiz de un encuadernador londinense. Pero su vida iba a dar un vuelco radical.
En un esbozo biográfico de la época se precisa que el inteligente jovenzuelo se interesó por temas de índole científica —quizás algo que debía al encuadernador.
Lo cierto es que se fija el año 1812, entonces tenía 21 años y concurrió a una serie de conferencias impartidas, nada más y nada menos que por Humphry Davy. A este mecenas le pidió trabajo y fue contratado como ayudante en su laboratorio químico de la Institución Real.
Una docena de años más tarde lo hicieron miembro de la Sociedad Real y un año después fue nominado como director del laboratorio de esa Sociedad. Pero ahí no paró el inteligente Faraday, quien había sido como una esponja recogiendo información y enseñanzas, a tal extremo que en 1833 ya era profesor de Química en la mentada institución. A él le concedieron una pensión vitalicia de 300 libras anuales.
Michael Faraday hizo importantes aportes y descubrimientos, sobre todo en el ámbito de la electricidad y el magnetismo. La labor sobre el magnetismo permitió el desarrollo del motor y del generador eléctrico y descubrió, también, los principios de la inducción electromagnética y el diamagnetismo.
Fuentes especializadas en la obra del científico inglés mencionan, además, el descubrimiento de nuevos cloruros de carbono, y el benceno, así como realizó indagaciones relacionadas con las nuevas variedades de vidrio óptico e hizo varios experimentos sobre la licuefacción de gases comunes, entre otros trabajos e investigaciones.
Conozcan, además, amables internautas, que este genial hombre de ciencia escribió tres obras, las tituladas: Manipulación química (1837), Investigaciones experimentales en electricidad (1844-1855) e Investigaciones en Física y Química (1859); y para que enriquezcan su acervo, ahí les va una joyita: Faraday acuñó nuevos términos científicos. ¿Cuáles? Pues electrodo, ánodo, cátodo e ión. Y como reconocimiento a sus aportes a las ciencias fue merecedor de varias medallas como la Copley, la de la Sociedad Real, la Rumford y la Albert Medal.
Y como epílogo de estos breves apuntes, les dejo algunos de sus pensamientos:
“El hecho fundamental nunca falla; su prueba siempre es verdadera”.
“Nada es demasiado maravilloso para ser cierto si obedece a las leyes de la naturaleza”.
“La dicción no debe ser rápida ni apresurada, y, por lo tanto, ininteligible, sino pausada y lenta”.
Curiosidades
• Sepan amigas y amigos internautas, que en Cuba a los ómnibus les llamamos guagua, tal vocablo nos llega de las siglas en inglés Wa. Wa. Co. (Washington Walton and Company Incorporated). Esta fue la primera fábrica estadounidense que exportó este tipo de vehículo de transporte de pasajeros a la isla antillana.
• “La Madre Natura nos ha dado dos oídos y una boca para enseñarnos que vale más escuchar que hablar”. Sabia y aguda sentencia del filósofo Zenón de Citio, llamado El Estoico (333-264 a.n.e.).
• De los premios Nobel una curiosidad: El ganador de ese alto reconocimiento del año 2007, en la especialidad de Economía, corresponde al estadounidense de origen ruso Leonid Hurswicz, catalogado como el más anciano que ha merecido el estímulo, el que ganó a los 90 años.
• Si no es récord, sí fue un buen average. Resulta que el nombre completo del archifamoso pintor español Pablo Picasso fue Pablo Diego José Francisco de Paula Juan Nepomuceno María de los Remedios Cipriano de la Santísima Trinidad Ruiz y Picasso. Fue un artista muy productivo. Tomo textualmente los siguientes datos: produjo unas 135 000 pinturas o diseños, un millón de impresiones o grabados, 34 000 ilustraciones para libros, y unas 300 esculturas o cerámicas.
• ¿Sabía usted que cuando los fumadores crónicos están en vías de dejar el nocivo hábito, sus sueños son mucho más lúcidos que cuando fuman?