Varios de los temas musicales que llevó al pentagrama fueron, y lo son aún, muy populares, pero uno de ellos, el titulado Y tú qué has hecho, colmó la copa de los gustos y alcanzó la máxima popularidad, en Cuba e internacionalmente. Su autor: el cienfueguero Eusebio Delfín Figueroa (1893–1965).
Este número musical es mucho más conocido por otro, incluso en el nivel mundial: En el tronco de un árbol. /En el tronco de un árbol una niña/ grabó su nombre henchida de placer/ y el árbol conmovido allá en su seno/ a la niña una flor dejó caer/.
Banquero, compositor e intérprete y guitarrista, también estudió violín y flauta, Eusebio Delfín nació en cuna bien dotada económicamente. Se graduó de Contador y escalonadamente llegó a ser el director de un banco.
La suerte lo ayudó en lo sentimental, cuando contrajo nupcias con la hija del llamado magnate del ron: Emilio Bacardí.
Más adelante se trasladó a La Habana, urbe en la que pudo desarrollar parte importante de su vida laboral, incluida una linda carrera musical como compositor, intérprete; además, escribió poesía y recibió clases de guitarra, instrumento con el que se acompañaba.
Según el trovador y guitarrista Vicente González, Guyún: “Delfín no fue un guitarrista sobresaliente, pero tuvo la idea de transformar el estilo que se empleaba en el acompañamiento de boleros y canciones”.
Entonces se utilizaba el rayado de las cuerdas, que él cambió por un sistema de arpegios; pronto caló en la práctica habitual de los trovadores, quienes lo acogieron con beneplácito. Eso propició que en los clubes elegantes a los que asistía la alta burguesía los jóvenes aristócratas cantaran a viva voz los números musicales y comenzara la exaltación de la guitarra y su aprendizaje.
En 1921 Delfín grabó un buen número de canciones cubanas como solista y en ocasiones a dúo, con artistas famosos y consagrados como Rita Montaner. La primera versión de Y tú que… la registró en acetato la trovadora María Teresa Vera. Otras versiones fueron las realizadas por el dúo Cabrisas-Farach, la Orquesta Cubana de Música Moderna, y Compay Segundo y el Buena Vista Social Club, nada más y nada menos que en el famoso Carnegie Hall.
Otros datos de su currículo precisan que llegó a musicalizar letras de poemas. Sin embargo, nunca le puso música a letras propias, algo que él consideraba como inmodesto. Se sabe que en 1953 compuso el tema Nunca más y, a partir de ahí, nunca más volvió a componer. De igual modo, se conoce que la última vez que cantó en público lo hizo con el acompañamiento del afamado dueto integrado por las Hermanas Martí.
La voz del Gran trovador popular, como se le conocía, conservó siempre el tono de barítono que poseía y su muy personal forma de expresión.
Entre una nutrida lista de temas musicales compuestos por Eusebio figuran, además de Y tú, que has hecho, los titulados La guinda, Tus ojos azules, Con las alas rotas, Ansia, Qué boca la tuya, Cabecita rubia, Migajas de cariño y Lejos de ti.
• Iván Stark (1874–1957) fue un destacado físico alemán descubridor del llamado Efecto Stark o Desdoblamiento de las líneas espectrales de un campo eléctrico. Por sus aportes recibió el Premio Nobel de su especialidad en 1818.
• Recuerde, amigo internauta, que la cultura supone educación; la instrucción, estudio; y la ilustración, talento.
• “Si eres orgulloso, conviene que ames la soledad. Los orgullosos siempre se quedan solos”, sella una sentencia del novelista, poeta, moralista y ensayista mexicano Amado Nervo (1870–1919),
• Ralley es el nombre que recibe una competencia deportiva cuyos participantes, ya sea a pié, a caballo o a motor, deben reunirse en un punto tras la realización de varias pruebas.
• Fue Cuba, en fecha tan lejana como el año 1837, la primera nación de la América hispana, España y Portugal que introdujo el uso de máquinas y barcos movidos a vapor.