“El año de la pandemia”, así suelen calificar en buena parte del planeta al 2020, a tal punto que millones de habitantes se estremecen ante la sola mención de la COVID-19, cuyos estragos crecientes asustan al más ecuánime, incluidas cuantiosas pérdidas humanas.
Tampoco la central provincia cubana de Ciego de Ávila escapa a la zozobra, aunque los zarpazos más dañinos en el ámbito local parecen haber quedado en el tiempo de rebrote, felizmente rebasado.
Cuando caen las últimas páginas del almanaque, Invasor resume momentos significativos y costos del enfrentamiento al nuevo coronavirus en el territorio.
