El Bolo: historia, azúcar y libros

El historiador avileño José Martín Suárez dialoga en exclusiva para Invasor

En fecha reciente cumplió su onomástico número 70; casi dándole los toques finales a su, por ahora, última entrega histórico–literaria.

Fidel en el sur avileño es el título en cuestión. Por su contenido histórico y, sobre todo, por el protagonista, se convertirá, a no dudarlo, en obligada obra de consulta para investigadores, historiadores, periodistas y estudiantes de distintas disciplinas, entre otros profesionales; y para quienes disfrutan en los libros la pasión de leer.

José Martín Suárez Álvarez, más conocido por el apelativo familiar de El Bolo, dialoga, en exclusiva para Invasor, sobre pormenores relacionados con las cuatro visitas realizadas por el Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz a esa feraz zona de la llanura avileña.

“Fidel estuvo en cuatro ocasiones por puntos ubicados al sur de Ciego de Ávila, estancias que acaecieron en los años 1959, 1960, 1965 y 1966.

Portada del libro Portada del libro: El acucioso investigador deja entrever solo breves pistas del texto. Quiere que los lectores disfruten, página a página, la información que brinda, porque Fidel en el... contiene datos históricos que pocas veces han salido a la luz pública.

“Mira, todas fueron importantes, pero dos resultaron relevantes. La acaecida el 11 de septiembre de 1960, cuando la inauguración de la comunidad Manuel Sanguily, en el feudo de la colonia La Ignacia; y la que realizó el 9 de abril de 1966, en pleno apogeo de la quinta Zafra del Pueblo. Visitó el centro de acopio de Imías, en Jagüeyal, que fue la primera de esas instalaciones inauguradas en la entonces provincia de Camagüey, a la que pertenecíamos. También compartió con los macheteros del Batallón Nacional de la CTC.”

Interrumpe la charla brevemente para atender una llamada telefónica, que le sirve, además, para estirar las piernas. Ahora, sonríe con esa picardía que lo caracteriza, un poco para disimular que los adelantos vinculados con el texto llegaron a su fin.

Mi interlocutor dedicó algo más de una treintena de años al sector azucarero, como puntista y jefe de tachos en el central Venezuela (antes Stewart), en la actualidad desactivado.

Tal vez por esa larga relación, muchas de sus investigaciones y textos publicados en diferentes soportes están vinculados con la rica historia de luchas de ese sector, y con la cultura aportada por la producción azucarera en bateyes y comunidades afines.

Narra que estuvo entre los fundadores de los seminarios de Estudios Martianos.

“Así profundicé más en la vida y obra de José Martí y en los asuntos históricos de la Patria. Escribí cinco ponencias de las cuales cuatro fueron aprobadas para su publicación. Recuerdo que una de ellas la titulé Martí y la industria azucarera.

Confiesa extrañar el tiempo en que se desempeñó, desde la producción, como historiador del complejo agroindustrial Venezuela y cuando fungió como presidente de la comisión provincial de Historia del sindicato de la rama, del que fue Vanguardia Nacional durante varios años, título que también recibió por su afiliación posterior al sindicato de Cultura. Posee varias condecoraciones y distinciones, entre estas, la Distinción por la Cultura Nacional.

Es, además, asiduo participante en las ediciones provinciales y nacionales del evento de Patrimonio Histórico Azucarero, y en el acápite avileño de Encuentro de Patrimonio Cultural. Ha publicado en las revistas Cañaveral, Cuba-Azúcar y Videncia; y es colaborador de Invasor, entre otras publicaciones. Muy gustada es la sección Chispazos de la memoria, que sale al aire diariamente por la emisora avileña Radio Surco, desde hace 30 años.

En el devenir del tiempo, El Bolo ha publicado varios libros, todos bajo el sello de la casa editorial Ávila: Con el arcón a cuestas (Crónicas de Ciego de Ávila); Un latido de España; Colonia Reina Cristina; El Che y los que abrieron la senda (premios Puerta de papel y Memorias 2006); Crímenes en la memoria y Toponimia avileña, a los que suma varios artículos en la colección Cuadernos de Historia Avileña.

Incansable desapolillador de archivos, tiene en preparación otros dos, frutos de sus investigaciones; Hagiotopónimos en la geografía avileña y Azúcar–Identidad–Comunidad, este último sobre los aportes de la cultura azucarera a la cultura comunitaria.

Martín Suárez, ya jubilado, continúa brindando sus saberes desde el Centro Provincial de Patrimonio, donde se desempeña como historiador y analista de la actualidad cultural.

•Vea una entrevista de Invasor al destacado historiador: "Vivo profundamente enamorado", afirma historiador de Ciego de Ávila.


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