Hay de todo

caricatura Alfredo Martirena Hablar de escasez hoy es casi una broma. Sin exagerar, cerca de nuestra casa uno encuentra de todo en puntos de ventas, paladares, mipymes y el mercado informal.

Lo cierto es que riquezas creadas por manos obreras en el sector estatal también hay muchas, pero mal repartidas.

A merced de los desenfrenados precios se mueven trabajadores y sus familiares en busca del sustento diario.

De tal manera, vuelve a confirmarnos la persistencia de tales debilidades o realidades distorsionadas, el reciente análisis sobre el comportamiento del Plan de la Economía en Ciego de Ávila.

El informe a debate argumenta que en esta provincia se captan, analizan y controlan 119 indicadores relacionados con la producción y los servicios, incumpliéndose 74, lo cual representa el 67,89 por ciento del total; de ellos, 22 están relacionados con la cosecha, la elaboración y la industrialización de alimentos.

Además, en materia de seguridad alimentaria y nutricional, ninguno de los 10 municipios materializa la estrategia de autoabastecimiento local de las 60 libras percápita de viandas, hortalizas, granos y frutas (37,1 libras a nivel provincial se lograron en abril pasado), varios territorios no consiguen la estructura por surtidos y todos tienen un bajo aporte en el caso de las proteínas.

Por supuesto, los cabecillas del bloqueo imperial siguen poniendo el dedo sobre la llaga del entorno económico y financiero territorial.

También es cierto que los problemas no solo vienen de afuera como para tener que importar, en algunos lugares, eficaces niveles de gestión administrativa destinados al incremento de las viandas, los derivados de la leche, la carne, el pescado, la harina de trigo y otros nutrientes indispensables en la calidad de vida de la población.

De acuerdo con las reflexiones hechas en el reciente pleno provincial de la Central de Trabajadores de Cuba (CTC), los incumplimientos repercuten en la agricultura en 12 de esos indicadores físicos; la industria láctea, con 9; y la entidad de residuos sólidos urbanos, con ocho, por solo citar el trío más incidido.

Los dos primeros, como tantos otros, están limitados de energía eléctrica, combustibles, insumos y materias primas. Es lógico que gasten más por ser los de mayores volúmenes productivos.

Otro gran centro laboral goza de salud relativamente. Porque la Empresa Agroindustrial Azucarera Ciro Redondo hubiese podido ayudar más a la economía local y nacional con la zafra azucarera 2024-2025, la cual se paralizó, y el pueblo avileño todavía se pregunta: ¿Qué le pasó al Ciro, el más moderno de Cuba y único central avileño que estaba en operaciones?

Una fuente oficial consultada por Invasor informó que la agroazucarera del centro concluyó el primer cuatrimestre del presente año con altas cifras contabilizadas, entre ellas las ventas netas y las utilidades al 141 y 864 por ciento, respectivamente.

Sin embargo, las producciones de azúcar crudo, al 51,2 por ciento, y la miel B, al 91,6 por ciento (sus renglones fundamentales), fueron muy inferiores a las toneladas de meladura fabricadas fuera del plan.

De esa forma pudo escapársele a las pérdidas económicas, no así su vecina, la mixta Biopower S. A. (bioeléctrica), con un saldo contable millonario en rojo, encabezó el grupo perdedor el cual integran también la Avícola, la Agroindustrial Ceballos, la Filial de Aseguramiento y Servicios de la Agricultura, y la Agroindustrial Azucarera Primero de Enero.

Si hubiesen sido alentadores los resultados de este quinteto, la economía avileña tuviera en su estado de cuenta otros 32 100 000.00 pesos de utilidades, las cuales totalizaron 717 300 000.00 por el aporte de 81 colectivos laborales´; de los que 38 sobrecumplieron lo planificado y 22 registraron el 150 por ciento y más, aunque estos excesos, en no pocas ocasiones y lugares, han representado distorsiones en relación con los altos precios y las ofertas de bienes y servicios.

Estos y otros temas, evaluados desde las estructuras sindicales de base en todo el país, se incluyen en la agenda del 22 Congreso de la CTC, cuyas sesiones finales están programadas para octubre del presente año, en La Habana.

Durante la celebración del cónclave, el cual tuvo como actividad principal la conferencia provincial en febrero pasado, se identificaron varias inquietudes, unas nuevas y otras repitentes, pero todas trascienden a la vida económica y social de los avileños.

Abundante en polémica ha sido la bancarización; la baja disponibilidad de dinero en efectivo repercute de forma directa en el ingreso de los trabajadores acostumbrados al método tradicional del cobro en caja.

Todavía varias direcciones administrativas no aplican el pago por alto desempeño en el puesto laboral, como parte de las medidas de flexibilización de las funciones de la Empresa Estatal Socialista. También quedan muchos obreros sin remuneración por concepto de innovaciones y racionalizaciones, por lo cual el salario, junto con las formas de pago y las estimulaciones, seguirá siendo el tema élite antes, durante y después de cada congreso.

Y si no “suena” el bolsillo, el pago se atrasa, el chequeo de emulación brilla por su ausencia, la queja del trabajador no es atendida con rigor y al Sindicato le es ajeno, la economía sufre las consecuencias.

Mucha tinta se ha derrochado y el asunto vital es como letra muerta: Su descuido trae consigo que no se ejecuten, de forma total, los presupuestos de atención al hombre y se compren medios de protección de mala calidad, entre otras disyuntivas que vulneran la seguridad y salud en el trabajo.

Coincido con la opinión popular: la jugada está apretada en el escenario socioeconómico y, discrepo de aquellos que juzgan que aquí no hay nada. Mucho sí hay, pero necesita ser mejor defendido y repartido. 


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