Toneladas y algo más… alzan los de Cubiza
Foto: Michel Guerra
A la capacidad de carga de potentes grúas, se agrega la experticia y conciencia de un colectivo de Ciego de Ávila acostumbrado a vencer grandes retos
“Yo dije que cuando llegara a los 60 no había quien me hiciera trabajar un día. Le pedí al director que buscara a una persona para enseñarle, y me respondió que ya la tenía: ‘Es Idolidia, y no se hable más’”.
Sonríe cuando evoca aquel instante, pero meses atrás la económica de la Unidad Empresarial de Base (UEB) Ciego de Ávila, una de las 11 que en Cuba se subordinan a la Empresa Central de Equipos Cubiza, experimentó sensaciones encontradas: “Tristeza, porque deseaba tomarme un tiempecito; satisfacción, desde el momento en que se aprecia cómo te valora el colectivo”.
Lo cierto es que Idolidia Pérez Villegas no es la única persona que en el reino avileño del izaje evidencia cuánto vale una familia especial, única a su modo, porque sabe tanto de las toneladas que alza una grúa como de las que levantan en vilo la sensibilidad y el buen obrar de las personas.
De tal modo de ser, resulta fácil imaginar las virtudes de Luis Enrique Reyes, el fundador ya fallecido al que le decían El men, o bien la capacidad de trabajo de José Luis Rodríguez Monteagudo, anterior director y hoy representante de la región central en la Empresa, “mecanizador y cacharrero por excelencia, impulsor del Fórum de ciencia y técnica…”.
Otra pieza del singular engranaje se revela al equipo de Invasor; se trata de Redelio Manresa Acosta, único integrante de una supuesta brigada de mantenimiento, responsable en el transcurso de años de las redes eléctricas “y de lo que haga falta”, constante sobre las siembras del huerto, en las que “tengo un poco de habichuelas, unas matas de plátano, quimbombó, yuca…”. La confesión del veterano de 78 años, parece que la pronuncia alguien que acumula menos de medio siglo de vida: “Mientras que pueda voy a estar aquí, me siento como en mi casa”.
Pero si de estabilidad se trata, no hay quien ponga un pie delante del hombre que jamás laboró en otro centro de trabajo: Desiderio Rodríguez Martínez, Yeyi. Llegó en 1982, de la mano de su hermano, una vez que terminó de cumplir el servicio militar.
Años atrás, dirigente sindical, partidista, jefe administrativo…, “con el tiempo me quedé al frente de la brigada de taller y especialista del sistema hidráulico de los equipos”; solo quienes le rodean en Cubiza saben cuánto le sabe a los hierros este creador sistemático de inventivas que fructifican entre innovadores y racionalizadores y se evidencia en los destacados resultados que salen del taller y “viajan” hasta los eventos de base y nacionales del Fórum de Ciencia y Técnica.
Hoy se desarrollo el forum de ciencia y técnica en la UEB Cubiza Ciego de Ávila donde se presentaron varias soluciones innovadoras que posibilitaron la continuidad del trabajo de varios equipos.#LatirAvileño #CubizaCav #ALaAlturaDeLosTiempos pic.twitter.com/HmvHMF5USa
— Cubiza UEB Ciego de Avila (@CubizaCav) July 13, 2024
Las novias
Erguidas rumbo a las alturas, cargan toneladas que van a parar al lugar deseado, se incluyen entre las responsables de edificios multifamiliares, fábricas, torres, termoeléctricas… y la relación se torna interminable en la voz de estos narradores que no pueden, ni quieren, ser imparciales cuando se refieren a las grúas.
Yeyi, incluso, va un poco más allá desde el momento en que las califica de novias; su enamoramiento llegó al punto clímax el día en el cual interiorizó todo lo que representa Luna, “la de procedencia española que tiene una capacidad de carga de 40 toneladas y lleva 40 o 50 años en Cuba. Dispone de un sistema mecánico que te agradece todo, por algo la solicitan mucho; la ven fuerte y estable, ahora, una de ellas hace todo el trabajo en los nuevos pozos de petróleo del municipio de Ciro Redondo”.
Sobre las virtudes y achaques de viejas y nuevas maquinarias abundan los comentarios en Cubiza, y eso que los operarios en funciones, los que pudieran ofrecer otros argumentos, laboran en disímiles escenarios, dígase las fábricas de cemento 26 de Julio (Nuevitas) y Moncada (Santiago de Cuba), Cayo Largo del Sur, Sancti Spíritus, el puerto del Mariel…
A una de las novias la lloraron años atrás. A la hora de convertirla en chatarra, la Zeanu Cole francesa del año 1959, trajo tantos recuerdos no solo por su longevidad, sino porque “fue mucho el peso que le tiró p’arriba a Cubiza”. Mas no hubo tiempo para lamentaciones, llegaron otras, sobre todo a partir de 2021, novias aún más potentes, capaces de descocar al más flemático de los grueros.
Esbelta y provocadora, la Sany, pudiera blasonar de su capacidad de carga: 160 toneladas. Por algo encabeza las faenas en Nuevitas, donde acontece una inversión millonaria que debe multiplicar la producción nacional de cemento.
Cortesía de UEB CubizaIzajes complejos y combinados, en los que intervienen dos o más grúas, explican en parte el enamoramiento
Aquí la heroicidad se viste de cotidianeidad. “Nos han traído equipos descontinuados y los hemos devuelto al trabajo, en Nuevitas tenemos así una Kato 50 y otra de 80. A veces sin piezas de repuesto, hemos recuperado el sistema hidráulico”, comenta Yeyi, a sabiendas de que en el taller no les queda otra opción que resolver este año únicamente las averías del día a día, y “fajarse” por reponer dos grúas a la vida útil.
“Vamos cumpliendo el plan de reanimación y recuperación de equipos, pero la necesidad real a partir de los años de explotación no se corresponde con lo que podemos ejecutar, las máquinas necesitan una reparación capital”, reflexiona Carlos Alberto Venegas Alemán, director de la UEB, al tiempo que sitúa en contexto el complejo panorama: “El país cambió de un esquema de aseguramiento material a uno financiero. Anteriormente, las partes y piezas que se necesitaban para arreglar los equipos se solicitaban y llegaban, ahora los niveles de eficiencia y eficacia en la base deben garantizar el salario de los trabajadores, cubrir los gastos normales y la recapitalización de los equipos, lo cual se logra en nuestro caso con la participación directa de los trabajadores”.
Yeyi apunta a su derecha en el momento del intercambio: “Este equipo no se prueba porque no tiene batería, tampoco neumáticos, adquirirlos en el sector no estatal puede costarnos buena parte de la producción de un mes. Atrás quedaron los tiempos en que desde un almacén central de la empresa todo lo necesario llegaba por la canalita”.
FilibertoYeyi, callado vencedor de la obsolescencia tecnológica
Sin embargo, habituados a encarar obstáculos, en la UEB avileña los reclamos están divorciados de exigencias de lujo, piden, eso sí, medios de trabajo, el imprescindible instrumental que garantice superiores dividendos.
De eso y más está consciente Dailietxy Pérez Rodríguez, secretaria general de la Sección Sindical que agrupa a 74 trabajadores. Coincide con el director a la hora de las definiciones, “a Cubiza la tenemos inyectada en vena, con dosis apreciables de altruismo hacia dentro y hacia afuera.
“Somos una gran familia, sensible, aquí no hay quien atraviese una situación personal, familiar o social sin que los compañeros dejen de apoyar y ayudar al afectado. En menos de un trimestre terminamos de pagar la cuota sindical de los 12 meses de 2024, no hay que convencer a nadie a la hora de las contribuciones monetarias para impulsar el programa materno-infantil y el de lucha contra el cáncer”.
En resumen, la condición de Vanguardia Nacional del Sindicato de la Construcción no ha sido un regalo caído del cielo
Solvencia económica
La posibilidad de establecer una organización salarial que beneficiara a los trabajadores y estimulara la eficiencia encontró terreno fértil en predios de la UEB avileña. Al cierre del séptimo mes de 2024 el salario medio real ascendía a 8900.00 pesos, pero a los bolsillos arriba, incluso, más dinero.
“Implementamos la 87 (se refiere al Decreto del Consejo de Ministros de 2023), pero debe agregarse a esa cuenta que pagamos utilidades con frecuencia trimestral. El monto individual lo determina la escala, pero si usted lo saca de manera general está alrededor de 8000.00 pesos, además del salario”.
Como abunda Venegas Alemán, “el sistema de pago vigente vincula el salario con el resultado del trabajo, por ejemplo, en el caso de los operadores, se favorecen con un sistema de destajo individual, y con uno por destajo colectivo los trabajadores del taller, donde se asegura la disponibilidad técnica”.
Distantes de casa hasta una quincena, los operarios de las grúas que se desempeñan en polos productivos de alto interés económico y social para el país, como son los casos de las fábricas de cemento 26 de Julio, en Nuevitas, y Moncada, en Santiago de Cuba, perciben aún mayores ingresos, a partir de la aplicación de la Resolución 8.
Lo afirma la máxima autoridad administrativa de la UEB, a la vez que insiste en que “esos escenarios significan un mercado seguro para Cubiza, a partir de que en la provincia están paralizadas las construcciones, hemos tenido que emigrar hacia donde existe un aseguramiento de combustible y en alguna medida de piezas de repuesto, porque la mejor alternativa económico-productiva consiste en poner cada peso donde se revierta en producción”.
Posted by Cubiza UEB Ciego De Ávila on Saturday, June 22, 2024
Más que por la senda de los buenos resultados, en el reino avileño del izaje se transita por una gestión eficiente de los recursos financieros, materiales y humanos; el entrelazamiento de la gestión productiva con la económica conduce al sobrecumplimiento de los planes de producción, pero sin sobrepasar los gastos planificados.
Pensado y escrito de otro modo, en la UEB Cubiza Ciego de Ávila disfrutan los saldos integrales de la solvencia económica porque el sudor y los sacrificios cotidianos le abren las puertas al logro de finanzas con eficiencia.