Plásticos Florencia, más allá del desarrollo local
Fotos: Félix
Florencia parecía ser el municipio con más empuje en el desarrollo local, pero a la hora de concretar eran muchos los inconvenientes
Durante años, el panorama del desarrollo local en Florencia tuvo una curiosa dualidad. En la provincia, parecía ser el municipio con más empuje para llevar a cabo acciones enmarcadas en dicho programa, pero a la hora de concretarlos eran muchos los inconvenientes.
Se trataba de un proyecto de colaboración internacional llamado Fortalecimiento de las Capacidades Municipales para el Desarrollo Local (PRODEL), desplegado en varios municipios del país con el objetivo de identificar necesidades locales y proponer proyectos para solucionarlas.
Uno de las iniciativas presentados por PRODEL en Florencia consistía en crear un proyecto de producción de elementos plásticos para el Programa de la Vivienda a partir de materiales recuperados. La idea contemplaba a la Empresa Provincial de Producciones Varias como coordinadora del mismo.
El equipamiento necesario llegó al territorio en el año 2018 gracias a un financiamiento externo, pero la falta de materias primas, el desconocimiento de la forma en que operaba la línea de producción y la incertidumbre sobre la factibilidad económica, provocaron que la empresa renunciara a su papel coordinador.
Florencia corría el riesgo de perder el proyecto, pero en 2022, tras ser reescrito como Proyecto de Desarrollo Local (PDL), amparado en el entonces recién aprobado Decreto Ley 33 Para la Gestión Estratégica del Desarrollo Territorial, se vio una luz al final del túnel tras años de desuso de las maquinarias.
El nuevo PDL se pensaba esta vez para producir tuberías plásticas para ser empleadas en equipamientos agrícolas, sin descartar la posibilidad de que se usaran en otras esferas. Sus coordinadores pasaron a ser Julio Valentín Santana Cruz, especialista del Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente (CITMA), quien antes había sido el coordinador de PRODEL en Florencia y el Ingeniero Hidráulico Ricardo Cardoso Sospedra.
Con las mismas limitaciones que la empresa que les antecedió, los nuevos coordinadores empezaron a buscar la forma de que el proyecto funcionara de una vez. Después de la ayuda y experiencia de especialistas, productores privados y técnicos relacionados, lograron paulatinamente descifrar la máquina y hacer que funcionara, pero el reto apenas iniciaba.
Un PDL cada vez más consolidado
Gracias a un encadenamiento con Ciegoplast, el PDL logró recibir asesoramiento para el proceso productivo y una fuente estable de materia prima. En ese acuerdo se pactó que la industria avileña les daría barredura y desperdicios de plástico, componentes de un material de calidad, a cambio de que el enclave florenciano ofreciera el servicio de la producción de las tuberías. Eso también fue un reto.
“Hay una fórmula para calcular los parámetros técnicos que debe tener la máquina para producir, pero se nos hace muy compleja porque tiene como una de las variables la fluidez del material, cuando lo adquieres de fábrica tienes ese dato y puedes hacer el cálculo.
“Como nuestra materia prima es plástico que picamos no hay forma de calcular la fluidez, pues las propiedades de los polímeros cambian al ser calentados. Lo que hacemos es probar mediante ensayo y error hasta que damos con el espesor y características que debe tener la tubería”, explica Julio Valentín.
Aunque el encadenamiento con Ciegoplast es clave, no es la única forma de producción. “Nosotros compramos materia prima por otras fuentes, por ejemplo, trabajadores de comunales o personas que vengan a vendernos directamente, para de vez en cuando poder producir y vender por nuestra parte”, añade Santana Cruz.
“Esa vía en el mes nos genera de 500 a 700 kilogramos a lo sumo, así que tenemos convenios con la Empresa de Recuperación de Materias Primas y con la de Residuos Sólidos a las cuales les compramos dos o tres toneladas de vez en cuando, en dependencia de nuestra situación financiera”.
“Es muy difícil decirle a quienes recogen plásticos que los clasifiquen para comprar solamente polietileno de alta densidad, el indicado para producir tuberías. Al principio queríamos valorar la materia prima de forma diferenciada según su calidad y utilidad, pero era muy trabajoso, así que llegamos a la conclusión de comprarlos todos por igual. Ahí empezamos a acumular plásticos que no utilizábamos y surgió la idea de aprovecharlos haciendo madera plástica”.
Una rápida búsqueda en Internet arroja que la madera plástica surgió hace décadas como una alternativa ecológica para fundir plástico reciclado y aserrín, residuo que causa más problemas ambientales de los que podrían suponerse, creando una mezcla con la que se conforma una amplia variedad de elementos como tablas o marcos de ventanas y puertas.
En el caso del PDL florenciano, la madera plástica es una idea que ya ha tenido sus primeros pasos en cuanto a experimentación, utilizando una máquina diferente a la que produce tuberías, adquirida gracias a una reinversión hecha con las ganancias de la línea principal. Por ahora, han logrado hacer barras cilíndricas, con la idea de hacer otras con diferentes formas.
Cuba no tiene muchos antecedentes en la elaboración de estos productos, por lo que Santana Cruz le presta una especial atención, aunque por ahora no se despliega una producción continua, entre otras causas, por la búsqueda de mercado.
Sin embargo, el término “producción continua” debe ser tomado con pinzas, incluso en el caso del producto líder, las tuberías. Todo el equipamiento usa energía eléctrica y eso genera una gran limitación dentro del panorama energético en el que se sitúa el país.
La línea requiere una producción continua
Santana Cruz explica que la maquinaria trabaja con parámetros muy controlados y precisos. La máquina extrusora, corazón de la producción, necesita trabajar a temperaturas que se encuentren entre 190 y 220 °C. Para lograr el calor requerido, su resistencia eléctrica demora unas dos horas.
Cuando el sistema eléctrico nacional opera con baja disponibilidad es normal que, en Florencia, como en el resto de la provincia, las horas con electricidad ronden las tres aproximadamente, antes de que llegue un nuevo apagón. A eso se le debe sumar que, para producir 50 metros de tubería, el estándar requerido por Ciegoplast para su comercialización, la máquina tarda un promedio de entre 35 y 40 minutos.
Septiembre fue un mes muy duro, “casi no producimos, lo que pudimos hacer fueron 360 metros. Antes me sentaba a analizar en qué horario debía haber electricidad, en cuál no y así planificaba un poco. Ahora no es posible”, lamenta Santana Cruz, quien destaca la voluntad de sus trabajadores al laborar intensamente cada vez que es posible, incluyendo madrugadas.
Evidencia de que se cumplen los parámetros de calidad
El encadenamiento con Ciegoplast es muestra del compromiso del PDL con la economía circular. Julio, estudioso del tema como especialista del CITMA, cree que es una potencialidad que no se explota por desconocimiento.
“Hemos querido encadenarnos con entidades que no han comprendido lo beneficioso que es un acuerdo para ambas partes. Si un actor económico nos da materia prima o nos la vende puede tener acceso a cualquiera de nuestras producciones, con la ventaja de un precio más económico”.
Responsabilidad social, centro del PDL
El proyecto nunca ha olvidado su responsabilidad social, como confirma Danysell Cañizares Carbonell, Viceintendente que atiende los programas económicos en la Asamblea Municipal del Poder Popular.
Recientemente el PDL ha proporcionado parte de las tuberías necesarias para la creación de un miniacueducto en la comunidad rural El Lowrey, tras una iniciativa comunitaria de los pobladores de la zona. Además, Ricardo Cardoso brindó asesoramiento en la ejecución del mismo.
“Hay un gran impacto social en ese lugar, que cuenta con acueducto por primera vez, aunque no alcance a la totalidad de sus habitantes, pero todo su centro estará beneficiado. Hablamos de un asentamiento que recibía agua en pipas con ciclos que pasaban de los veinte días y ahora tendrán agua a diario, con una población beneficiada de más de 150 habitantes”, afirma Cañizares Carbonell.
Añade que “en la agricultura hay varios sistemas de riego hechos con las tuberías que produce el PDL, que es otro impacto directo en el municipio, además de que el proyecto ofrece empleo a varios jóvenes, por lo que ayuda a enfrentar problemas locales”.
Escuelas, centros de salud y un edificio en la cabecera municipal, son otros objetos beneficiados por donaciones y mano de obra del proyecto.
Conociendo eso se entiende la importancia de que Florencia cuente con un PDL como el que coordinan Julio y Ricardo y que ambos hayan luchado contra limitaciones, incluyendo las burocráticas, al quedar los Proyectos de Desarrollo Local prácticamente en un vacío legal.
En eso coinciden coordinadores y el Viceintendente, quienes saben que el PDL de producción sostenible de plásticos en Florencia arrancó mucho más tarde de lo que se deseó por cuestiones como un retraso de casi un año para crear una cuenta bancaria, solo porque tanto en el Banco de Crédito y Comercio, como en el Popular de Ahorro, no existe una opción explícita de cuentas creadas para PDL, además de desconocimiento generalizado del Decreto Ley 33, basamento legal del desarrollo local.
Al respecto, Cañizares Carbonell confirmó que existe una propuesta legislativa en proceso de consulta para regular, abarcar y aclarar lo máximo posible el desarrollo local, aún fuera del cronograma legislativo cubano, pero muy necesaria para que proyectos como el de producción de plásticos en Florencia sean la norma.
Parte de la nueva maquinaria, adquirida mediante reinversión