El hockey sobre césped es una disciplina que en Ciego de Ávila ha propiciado no pocas alegrías a sus seguidores. Así lo avalan los lauros conquistados en los últimos años.
Ahora los muchachos se enfrentan a un singular rival, por demás invisible, que, en desigual lid los obliga a dejar las canchas y gimnasios y a continuar la preparación y los entrenamientos en sus casas, para mantener la forma y estar listos cuando el empeño de la medicina cubana y la voluntad de todo el pueblo venzan a la COVID- 19.
Heriberto durante la realización de uno de los chequeos vía telefónicaEl entrenador Heriberto Sarduy Gómez, con 18 años al frente del equipo juvenil, y un año con el de primera categoría, precisa: “Indudablemente esta situación ha afectado la preparación, porque nunca antes habíamos vivido un imponderable de tal magnitud con la interrupción de los entrenamientos y la preparación.
“Para que no se sienta tan fuerte el impacto, hemos tenido que buscar alternativas, entre estas, el establecimiento de la comunicación entre nosotros y los atletas, por teléfono o por internet.”
Sarduy Gómez consulta brevemente su agenda. En su rostro no hay un ápice de temor. Prima el optimismo y la confianza en la tropa que lidera: “En el caso específico de los atletas de la primera categoría, se les orientó la realización de ejercicios físicos básicos: abdominales, planchas, cuclillas y trotes estáticos, para evitar que salgan de sus casas”. Especifica que el Campeonato Nacional masculino de la primera categoría se pudo celebrar en febrero y se logró el primer lugar.
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Sobre el otro conjunto que atiende: el juvenil, “además de los ejercicios físicos les indicamos la ejercitación técnica, que incluye el dribling y la práctica de habilidades relacionadas con el dominio de la pelota en el aire, entre otros”.
Explicó a Invasor que todas esas acciones son objeto de un estricto control. “Debido al aislamiento social, hacemos el chequeo de la preparación por medio de la comunicación constante con ellos, además de llamadas telefónicas y la toma de fotos y videos digitales.
“El aspecto más importante de la preparación en estas condiciones anormales, es que los muchachos pueden ser capaces de buscar información en la internet sobre ejercicios, y ver juegos internacionales para así fortalecer el desarrollo individual de cada uno y la potenciación del pensamiento táctico.”
Aseveró el destacado preparador avileño que el colectivo de dirección le concede singular importancia al factor psicológico: “Sin duda, desempeña un papel primordial, ya que el aislamiento genera estados de ansiedad y estrés en los atletas. Por lo que se les ha orientado una serie de ejercicios técnicos de respiración y relajación, lo que les permite disminuir los efectos nocivos y así pueden mantener el foco de atención en las tareas indicadas hasta que todo vuelva la normalidad.”
Entre los principales logros como entrenador, Heriberto y su colectivo han conquistado ocho metales dorados en igual número de competencias nacionales juveniles, así como un subcampeonato y cuatro bronces; oro en los X Juegos Centroamericanos de 2019, y la presea dorada en el Nacional de Primera categoría de este año.
Agrega a ese palmarés la medalla de plata con la selección de la República Bolivariana de Venezuela en el Torneo Challenger Chiclayo, Perú 2015, que le valió a ese conjunto, por vez primera, la clasificación para la Copa América; y otra presea plateada con ese mismo equipo, en la primera fase de la Liga Mundial efectuada en Chiclayo, Perú 2016.
Sarduy se inició en el deporte en el hockey en la EIDE avileña Marina Samuel Noble a los 13 años, aunque de las manos de su padre, el atleta y luego entrenador Eliberto Sarduy Rivero iba a los terrenos desde los siete. En su etapa como jugador se desempeñaba como delantero. Marcó 316 goles en eventos nacionales y 143 en topes internacionales. Sus principales logros fueron el oro en la Copa América del 2000 y otra medalla del mismo color en los Juegos Centroamericanos de Barranquilla, Colombia 2018. Ese mismo año resultó elegido como el mejor atleta de deportes colectivos en Ciego de Ávila.
Narra que sus tíos Fermín y Fernando Gómez, practicantes del hockey, influyeron en él, también su padre Eliberto. Afirma que ha logrado su empeño de dar continuidad a la tradición familiar. Agradece mucho a los entrenadores Eriberto Álvarez, Julio Gerro, Juan M. Ríos y Alaín Bardají, en distintos momentos de su carrera de más de tres décadas.
“Con mi padre tengo una relación muy especial. Se preocupa por mí, me apoya, me transmite sus conocimientos como entrenador y preparándome para ser mejor persona cada día. Lo que tenemos en común es el amor y la pasión por este deporte.”
Heriberto tiene 42 años. Desea continuar su superación y continuar adquiriendo conocimientos sobre esta disciplina y llevarlos a la práctica “para propiciar más logros a mi deporte, a la provincia y al país”.
Fernando Gómez, campeón nacional 2020, de la primera categoría, no descuida la preparación, ahora en casa
Mauricio Manuel Correa, campeón nacional juvenil del 2019, es otro que añora la cancha