En la última secuencia, Ganaderos pierde y así se aleja a un juego del cuarto lugar, mientras que Agricultores confirma el boleto a las semifinales de la Liga Élite del Béisbol Cubano
Aunque cambió el guion al inicio, la historia del tercer juego en el “cine” Mártires de Barbados terminó igual que la del segundo, con derrota de Ganaderos por una carrera contra Agricultores en extrainnings.
Los remakes de Ganaderos al cierre de la Liga Élite del Béisbol Cubano empiezan a ser monótonos. El elenco que dirige Héctor Huelga acumula cuatro fracasos consecutivos, y de un papel protagónico en el empezar asume ahora uno de figurante.
La sinopsis explica la trama de forma directa: Ganaderos está a nueve partidos de concluir el torneo y a uno de Portuarios, ocupante del último puesto de los que avanzarán a la postemporada.
Esta cinta presenta desde el inicio a Ganaderos como villano y a Agricultores como héroe. El primero ataca lo más temprano posible y el segundo, al estilo dramático, sufre las consecuencias de siete carreras en los tres primeros actos, dos por doble de Osvaldo Vázquez, más cinco por sencillo, biangular y cuadrangular de Frederich Cepeda.
En retrospectiva, la escena faltante, esa en que Agricultores “cosechó” cinco en el segundo, mediante imparables de Darien Palma y Yosvany Alarcón y tubey de Denis Peña.
Yordanis Alarcón fue quien enredó el desenlace al empujar la sexta de Agricultores en el quinto y al emparejar el maracador a siete en el inning de la suerte.
El fracaso en general del “festival” devino en que solo doscientos espectadores presenciaran un cierre de película ―valga la redundancia. Con la regla Schiller en acción, Ganaderos produjo dos por Raúl González y Frederich Cepeda.
Los planos finales, no por “predecibles”, aburrieron. Yuniesky Larduet pegó cañonazo y repletó las almohadillas. Osvaldo Abreu lo secundó y trajo una a la goma.
Tensión. Wild pitch de Rodolfo Sorís provocó el empate. Boleto intencional a Yordanis Alarcón volvió a llenar las bases. Todo listo para que el “actor principal”, Denis Peña, enseñara su poder de decidir el duelo con un cohete a la banda derecha que dejó a los rivales tendidos al campo.
