El gesto de regresar a las tablas, a las calles, a las comunidades es escenario perfecto para quienes desde el 12 al 17 de noviembre son protagonistas absolutos de los predios de Ciego de Ávila. La más antigua organización estudiantil del país que reúne en sus filas a los artistas innato, tal vez sin ninguna preparación académica, cada dos años hace del Festival de Artistas Aficionados de la Federación Estudiantil Universitaria (FEU) el momento cumbre de este movimiento.
En cada edición, existe una preparación previa que genera compromisos, alegrías y por supuesto, deseos de que la fiesta se de por todo lo alto.
Reconocer las cualidades artísiticas de cada uno de sus estudiantes, es también, una de las conquistas de este festival que ha tributado a la cultura nacional.
La cubanía en la danza universitaria siempre presente
Recorrer la historia en el baile desde el Oriente
Telón Abierto representa con dignidad el arte universitario avileño
El esfuerzo y los sueños se unen en la voz estudiantil
La gestualidad en los bailarines como premisa interpretativa
El elogio a los orishas desde el vestuario y la voz
El canto lírico se vio representado en el festival universitario
La música gospel como herencia y tradición anglosajona
Dos mujeres unen su voz en complicidad
¿Qué te pedí? fueron las primeras tres palabras de la canción interpretada por una de las exponentes del filling cubano universitario
El histrionismo en su voz cual grande melodía
Alma Mater, sus generaciones cambian pero el espíritu es el mismo
Trovador, guitarra y voz
La joven trovadora Yeni Turiño, miembro de la Trovuntivitis, interpreta Niña de mar de su autoría