La respuesta de Mavis Rivero Pérez, directora de la División Ciego de Ávila de la Cadena de Tiendas Caribe, a la queja Sin respeto a los clientes (3 de febrero), emitida por José Antonio Sardiñas Falcón, residente en la calle Eladia No. 79, entre Martí y Onelio Hernández, en Ciego de Ávila, sobre lo sucedido en la tienda La Reina Azul, el sábado 6 de enero de 2024, bien merece que le dediquemos el espacio de Cartas Abiertas.
Sardiñas Falcón denunciaba haber presenciado varias irregularidades relacionadas con la entrada de familiares y amistades de los trabajadores de la entidad que, luego, seleccionaban sus mercancías, y después acudían a la única caja que trabajaba, colándose en las narices de los clientes de “a pie”.
Además, aseguraba haber visto a varios trabajadores colarse con tarjetas y un simple papelito con el número de carné de identidad, sin la presencia de los dueños de las mismas ni el documento de identidad.
Rivero Pérez agradece haber conocido la queja del cliente y ofrece disculpas por las molestias ocasionadas, sin embargo, afirma que “de haberse dirigido a la jefa de piso o a la gerente de la unidad, se hubiera atendido y hubiéramos dado solución a la misma”.
Agrega en su misiva que “después de haber realizado el análisis crítico con los trabajadores de la unidad comercial pudimos constatar que el día que el cliente visitó la unidad realmente se estaba brindando servicio por una sola caja debido al déficit de trabajadores existentes en la misma.
“En ningún momento se viola lo establecido por el control interno sobre la venta a trabajadores que no sean propietarios de la tarjeta, pues esta es personal e intransferible. Se realizó una fuerte crítica a aquellos que permitieron que familiares o amigos los visitaran en horario laboral.
“El colectivo de trabajadores evitará que hechos como estos vuelvan a ocurrir y que por ende traigan consigo que los clientes duden de nuestro trabajo. En ningún momento hemos estado de acuerdo con las chapucerías, por el contrario, queremos establecimientos donde se brinde un servicio de calidad y donde el cliente se sienta a gusto con nosotros”.
Desde esta sección respaldamos el llamado de atención a los trabajadores de la tienda y esperamos sea suficiente para corregir tales irregularidades. Coincidimos en que los clientes tienen el derecho de recibir un buen trato, así como de exigir respuestas ante sus insatisfacciones. Hacerlo in situ garantiza contestaciones inmediatas, pero también hay que entender que no todas las personas tienen el tiempo, la firmeza y la oportunidad de reclamar sus derechos. Tal circunstancia, no obstante, no debería condicionar la ejemplaridad en el servicio.